Grados Académicos: Doctora en Ciencia Política por Northwestern University, Magíster en Ciencia Política, Northwestern University , Magíster en Políticas Públicas, Lyndon Baines Johnson School of Affairs de University of Texas at Austin.
Adscripción Académica: CEDER.
LA CIENCIA TIENE NOMBRE DE MUJER
ENTREVISTA MUJERES ULAGOS
¿Cómo fue que te convertiste en investigadora? ¿Cuáles fueron tus inicios?
Tuve la suerte de tener un padre que también era intelectual, médico que se dedicó a promover políticas de planificación familiar, así que el trabajo universitario siempre estuvo en el horizonte de las posibilidades para mi. De niña, lo que más me gustaba hacer era leer libros; era curiosa y preguntona – lo que muchas veces me traía problemas en el colegio. Si bien, antes de doctorarme trabajé en otros sectores, el volver a la universidad –fue con sensación de retorno a casa.
¿Tienes referentes en la Ciencia? ¿Cuáles? ¿Alguna mujer como referente?
Son tantas: Theda Skocpol sociológa, por la solidez de sus argumentos y la rigurosidad de sus métodos. Jadwiega Pieper Mooney historiadora, por inspirarme a expandir el campo de lo investigado a temáticas de mujeres. Lynne Haney, también socióloga, por su elegancia teórica y su capacidad de ver hallazgos en lugares inesperados. Laura Lein, antropóloga por sus métodos de recolección de datos basados en la empatía y respeto hacía sus sujetos de investigación.
¿Por qué te decidiste hacer un Doctorado? ¿Cómo era la situación de las estudiantes mujeres en tu Doctorado?
En mi cohorte en el doctorado (Ciencias Políticas, Northwestern University en EEUU), entramos 12 estudiantes: 8 hombres y 4 mujeres – ninguna de nosotras madres en ese entonces, y fui la única en terminar el programa. No tuve la oportunidad de tener mujeres académicas en mi comité de tesis: No habían académicas senior en el área de políticas comparadas, como tampoco lo hubo en mi magister en políticas públicas en la Universidad en Texas ni en la licenciatura en filosofía. Me habría encantado tener esa experiencia.
Las mujeres recorremos caminos más largos para llegar al doctorado, experiencias complejas durante el proceso y egresamos para encontrarnos con inequidades en acceso a oportunidades; todas situaciones que debemos tomar acciones para revertir.
¿En qué proyectos trabajas hoy?
Me he ido especializando en estudios alimentarios, de regímenes de bienestar y metodologías de investigación. Lidero un proyecto Fondecyt que se titula “La Política de las Políticas Alimentarias: Legislación Subsidios y Conflictos sobre Ambientes Alimentarios”. Coordino al “Grupo de Estudios Alimentarios” (GEPA) que es un seminario mensual permanente donde este año nos estamos dedicando a discutir los efectos de la pandemia mundial del Covid19 sobre los ambientes, cadenas, practicas y seguridad alimentaria.
¿Podrías mencionar las tres principales dificultades y/o desafíos que deben enfrentar las mujeres para hacer Ciencia en Chile?
Hay inequidades en la distribución de cargas en las que se manifiestan estereotipos como que las mujeres somos naturalmente más ordenadas y/o con niveles mayores de inteligencia emocional. De esta forma existe una sobrecarga de tareas administrativas, de coordinación o aquellas que requieren de proveer de distintos tipos de cuidados para estudiantes y pares (sea acoger, mentorear, organizar eventos tanto académicos como coordinar los festejos de cumpleaños y baby shower en la oficina). A la vez, estas tareas son menos valoradas y visibilizadas que otras tareas del quehacer académica.
Se nos carga con velar por la equidad de género, y de esta forma además de la doble, triple o cuádruple carga que implica compatibilizar ser madre, investigadora, experta y activista con aquellos temas que nos apasionan – se nos pide representar una perspectiva de género (preocupación de la cual nuestros pares masculinos son liberados) y que a la vez potencialmente nos encasilla en ese rol, donde nuestro sexo termina siendo la característica más visibilizada de nuestro trabajo.
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¿Recomendarías a las jóvenes transitar por el camino de la Ciencia?
Claro que si, las necesitamos. Hay estudios que muestran como la diversidad en los equipos de investigación tiene una correlación positiva con el impacto e innovación en los estudios hallazgos. Necesitamos voces e intelectos de diversos géneros, etnias y experiencias de vida para mejorar tanto los resultados de la ciencia como las prácticas que nos llevan a ellos.
¿Por qué es importante visibilizar la participación de las mujeres en Ciencias?
Es importante romper estereotipos sobre la ciencia como un quehacer masculino, reclutar talento de jóvenes cientistas y visibilizar las grandes contribuciones de mujeres en ciencia.
- políticas alimentarias, regímenes de bienestar, género y métodos de investigación.
