por M.Sc. Hernán Frigolett

El gasto fiscal es un componente de la demanda final de bienes y servicios que pone el Estado a disposición de la ciudadanía para configurar los componentes colectivos del bienestar social. En efecto, la ejecución del presupuesto fiscal incide en la demanda agregada que presiona a las fuentes de oferta consideradas de manera global en el cómputo del PIB de la economía nacional.

En el contexto de la economía regional, el gasto fiscal que se materializa con cargo a la ejecución del Presupuesto Nacional y que se financia complementariamente con recursos tributarios y tasas de uso propios en la esfera de los gobiernos municipales, tiene una incidencia relevante, en materia de ingresos y empleo, para la población residente en las comunas de cada una de las economías regionales.

En el caso de la Región de Los Lagos, la economía regional está dividida en 4 provincias, que agrupan a 30 comunas. Las cabeceras provinciales son las ciudades de mayor población y constituyen polos de concentración de población urbana, de producción y de empleo, y también de gasto público.

El gasto fiscal que se materializa en las regiones es financiado con cargo al Presupuesto de la Nación de manera integral en el caso de los recursos que se transfieren al Gobierno Regional, encabezado por los intendentes en cada región, por una parte, y por otra, los recursos que se transfieren a los gobiernos municipales, encabezados por los alcaldes, a los que se agregan los que perciben de acuerdo a la ley de rentas municipales mediante la distribución de los recursos del Fondo Común Municipal. Finalmente, están los recursos de índole sectorial que se asignan desde los respectivos ministerios y servicios a sus oficinas asentadas en cada una de las regiones del país.

La valoración del gasto fiscal que se ejecuta en un modelo centralizado de contabilidad pública no es tarea fácil, aunque en el último tiempo se han hecho esfuerzos importantes en materia de transparencia en la ejecución. La instalación de gobiernos regionales autónomos, elegidos por votación popular directa, será un desafío inicial importante al sistema de información presupuestaria, el cual tendrá que darles a sus sistemas de registro de contabilidad pública un impulso descentralizador.

¿Cuánto incide el gasto fiscal en la economía regional? Esta es sin duda la interrogante más relevante para efecto del diseño y continuidad de la política pública. Se ha hecho un primer ejercicio de aproximación de determinación de la incidencia para el año 2017, anticipando la elaboración de la Matriz de Insumo Producto para la región de los Lagos, que realizará una detallada revisión del gasto operacional, de las transferencias y de la inversión que se ejecutan en la economía regional para aquilatar de mejor forma la incidencia y los mecanismos de propagación que se articulan tras el gasto fiscal.

La incidencia del gasto fiscal regional del año 2017 se estima en torno al 23,5% del PIB regional. El gasto considera el gasto que proviene desde distintas fuentes de ejecución, y otra forma de evaluarlo tiene que ver con gastos corrientes e iniciativas de inversión.

En la tabla siguiente, se presenta la ejecución de gasto fiscal en la economía regional para 2017, considerando el financiamiento que se obtiene desde las oficinas sectoriales, es decir las diferentes carteras asignan recursos y los ejecutan en las distintas regiones del país, fondos para inversión y desarrollo regional, y finalmente los recursos que levantan los municipios y que los ejecutan en el contexto de su influencia administrativa territorial.

Fuente: Informe Propir Gobierno Regional Los Lagos y SINIM.

La mayor parte del gasto que se ejecuta es definida al nivel central ya que el gasto sectorial representa más del 80% del total de recursos gastados en la región de Los Lagos. Los fondos que recibe la región del FNDR representan menos del 6% del gasto total ejecutado en 2017.

La visión por tipo de gasto muestra que las iniciativas de inversión que se ejecutan en la región representan menos del 6% del gasto fiscal. El gasto se agota mayoritariamente en el gasto de operación, de prestación de servicios o de transferencias al sector privado, mientras que el gasto de inversión es menor al 19% del total de recursos ejecutados.

Fuente: Informe Propir Gobierno Regional Los Lagos y SINIM.

La estructura del gasto y del financiamiento serán un desafío para las nuevas autoridades regionales que se instalen a partir del 1 de enero de 2021, porque deberán asumir un proceso de mayor traspaso de competencias a los gobiernos regionales para contar con una opción real de determinación de la mejor política fiscal para la región, especialmente si se quiere avanzar en los objetivos del desarrollo sostenible.

En el gasto de inversión, más del 60% lo ejecutan el Ministerio de Obras Públicas y el SERVIU, y el 40% restante está bastante atomizado en distintas reparticiones regionales de los respectivos ministerios o servicios. En el contexto de la inversión el FNDR tiene mayor incidencia, porque representa cerca de 25% del gasto de iniciativas de inversión ejecutadas en la región. Así, el desafío para lograr un mayor traspaso de competencias será un proceso prioritario para los gobernadores regionales en función de pretensiones de mejores y más ambiciosos diseños autónomos de política pública para el desarrollo económico y social.