Un entramado desconocido de esteros, vertientes y riachuelos dirigidos por la fuerza de gravedad convergen para formar ríos, aportándoles las características propias de los territorios recorridos.
Este sistema, así como es amplio y diverso, es también frágil. Corre riesgos que amenazan la salud y subsistencia de los cursos mayores y con ello la vida de las personas tal como la conocemos; con el cambio climático y la disminución de las precipitaciones, los ríos tienen menos agua y los glaciares menos nieve, junto a ello, su amenaza más inmediata es la extracción de agua y la evaporación.
El río Damas, que cruza la ciudad de Osorno hasta desaguar en el río Rahue en su camino al mar, es un curso de poca profundidad, de régimen pluvial y gran vulnerabilidad ante amenazas climáticas y aquellas derivadas de la acción directa de las personas.
El equipo liderado por la Dra. Cecilia Smith remontó el río Damas en busca de los orígenes de sus aguas, para investigar el estado de estos acuíferos y la naturaleza de las intervenciones que ponen en riesgo este importante caudal.
Han identificado hasta el momento 124 nacientes para el río Damas, detectadas mediante análisis SIG y visitas a la gran mayoría de los puntos.
La primera conclusión que salta a la vista es que, en distintos grados, todas las nacientes acusan la influencia de la acción humana. A pesar de ello, ninguna de las personas responsables de estas acciones sabía o siquiera sospechaba que el agua que abastece su pozo, la pequeña laguna en su predio o los abrevaderos de sus animales, es en realidad un punto de origen del río Damas.
La agricultura, en toda la escala de envergadura, emplea suplementos químicos que favorecen el rendimiento de los cultivos, tanto en control de plagas como fertilización. En tierra, estos suplementos pueden ser beneficiosos y a veces inocuos para el ecosistema, pero al escurrir hacia los acuíferos superficiales y subterráneos e integrarse a las cuencas hidrográficas, se vuelven un peligro para la salud de los cursos de agua. Por ejemplo, el uso de fertilizantes como nitrógeno y fósforo, son un aporte de nutrientes que aumenta la reproducción excesiva de microalgas y otros organismos que consumen el oxígeno hasta provocar la disminución de otras especies, lo que desequilibra y en consecuencia daña el ecosistema y la calidad del agua.
Dra. Cecilia Smith
¿Qué medidas podrían contribuir a amortiguar los efectos negativos de la actividad humana en este caso específico?
Restaurar la vegetación nativa – que consume mucho menos agua que las plantaciones de rápido crecimiento – de orilla y la de nacientes; además la vegetación le da sombra al curso y evita su evaporación. La vegetación ribereña protege las orillas del río del lavado de fertilizantes que hace la lluvia, evitando que lleguen estos fertilizantes al curso de agua. Plantar árboles nativos, especialmente cuenca arriba, donde se recogen las aguas de lluvia que van a escurrir superficial o subterráneamente al curso principal. Ser criterioso y consumir menos agua de las nacientes del Damas y sus afluentes. En general ser criteriosos con el consumo de agua en pozos, no dilapidarla.
¿Es compatible la actividad productiva agropecuaria con la conservación de una cuenca frágil como la del río Damas?
Faltan estudios para saber si ya estamos excedidos con el actual consumo respecto a la capacidad que tiene la cuenca de mantener los cursos de agua en los escenarios de cambio climático. Mi hipótesis es qué estamos excedidos, si nos proyectamos a las necesidades y a la vez a la disminución de precipitaciones que ocurre y ocurrirá en las próximas décadas.
¿Qué recepción han tenido por parte de los propietarios de los sectores dónde se ubican estas nacientes?
Hemos contactado pocos propietarios aún, salvo una excepción el resto ha tenido una excelente acogida al estudio.
En una segunda etapa de este estudio ¿Qué objetivos se plantean?
La disposición a ceder parte del terreno para restaurar vegetación nativa; 5 o 15 metros alrededor de las nacientes. La propiedad de las nacientes es de Bienes Nacionales, pero en definitiva quién hace uso de ese terreno, es el propietario del predio.
El objetivo del grupo de investigación es, en una segunda etapa, generar recomendaciones para el buen manejo de la cuenca y propiciar la aplicación de estas en la mayor parte de las 124 nacientes.
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