Hemos escuchado repetir que las medidas sanitarias y la pandemia, se tradujeron en un deterioro de las condiciones laborales de las mujeres en el mundo.

Según un estudio publicado por ONU Mujeres, en el contexto de esta crisis, “se hacen aún más evidentes y pueden ampliarse las desigualdades de género”. (ONU mujeres, 2020). Estas desigualdades pueden hacerse presentes tanto en el mundo del trabajo, con mayor desigualdad salarial, o menor oportunidad de conservar el empleo, como en el mundo privado, en el que las mujeres son tradicionalmente, las principales responsables de las labores de cuidado.

“Con respecto a la industria del salmón, si bien no ha sido inmune a la crisis, hasta ahora no ha sido de los sectores más afectados, debido a su naturaleza como industria productora de alimentos. Ello ha significado, hasta ahora, no se han generado despidos masivos u otras medidas que afecten fuertemente a los y las trabajadores y trabajadoras.” Explicó Mirna Brauning, Ingeniera Civil Industrial, académica del Departamento de Gobierno y Empresa y directora del proyecto “Caracterización de la participación laboral femenina en la industria del salmón” que está ejecutando en conjunto la Universidad de Los Lagos con Salmon Chile.

Marcela Bravo, Jefa de proyectos de SalmonChile, comenta la importancia de la creación en  2018 de la Mesa de Género “Mujeres salmonicultoras por la equidad de género”

“Esta mesa ha ayudado a que las empresas realicen diagnósticos sobre posibles brechas de género y establecer planes de acción con actividades concretas para avanzar en equidad. En un mundo global y dinámico como el actual, se hace necesario sumar nuevas capacidades para tener empresas más competitivas. Es importante que las mujeres sean parte de esas nuevas necesidades y puedan aportar con su visión hacia los cambios que la salmonicultura necesita. Por lo tanto, el desafío será seguir aumentando la presencia femenina en la industria en distintas áreas”.

El diagnóstico

La Dirección de Investigación de la Universidad de Los Lagos, a través del Programa de Redes Territoriales de Investigación, financió el proyecto “Caracterización de la participación laboral femenina en la industria del salmón”, diagnóstico que da la partida,

De las casi 7.000 mujeres trabajan en la industria salmonera en la Región. De acuerdo con resultados preliminares, un 37% aportan con el principal ingreso a la familia y casi la mitad de ellas constituyen el único ingreso familiar. La otra cara de la moneda es la vida privada de estas mujeres, que deben compatibilizar el empleo con las labores de cuidado”, señaló  Brauning.

Por lo tanto, se abren muchas interrogantes, por ejemplo ¿A qué costos personales están enfrentando esta crisis? ¿Les ha sido posible sostener medidas de cuidado frente a la pandemia? ¿Qué medidas han adoptado las empresas y el estado para adaptarse a estas nuevas necesidades? ¿Cómo afrontan el trabajo en este escenario en que los niños no asisten a clases y el temor al contagio está presente cada día?

“El desafío ahora en esta nueva etapa de investigación, es enriquecer el estudio para entender mejor el mundo de la participación laboral femenina, y con ello las áreas a intervenir para llegar a una mayor equidad”.

En base a este diagnóstico, la mesa de género se propuso generar compromisos y una agenda de cierre de brechas mediante la implementación de programas de inclusión y políticas de género a través de distintas acciones de educación y difusión.

Marcela Bravo concluye “Más allá de la mesa en particular, las mujeres han jugado un papel fundamental en este difícil momento: Como se ha mostrado en diferentes informes y encuestas, hemos tenido que multiplicarnos aún más, en el trabajo algunas convivir con lo que significa trabajar desde la casa, dar contención y cuidado a los niños que no pueden salir, entre otras funciones. Creo que en esta pandemia, una vez más hemos demostrado una fuerza y tesón únicos. Las mujeres somos un grupo muy relevante para la reactivación económica en la industria.”