Caniggia Carneiro Pereira es profesor de Física hace ya 15 años y actualmente se encuentra cursando el Doctorado en Educación en la Universidad Estadual de Ceará, Brasil. El académico forma parte de un proyecto de investigación internacional sobre políticas públicas educativas donde se incluyen experiencias de Brasil, Argentina, Uruguay y Chile.

¿Cuál fue tu primera impresión de Chiloé y de qué modo tu investigación se sitúa acá en el territorio?

Todo es muy acogedor y ya durante los primeros días que estuve aquí fuimos a varias islas como Dalcahue, Achao, Quinchao y Curaco de Vélez. Además estuve visitando algunas escuelas rurales de Isla Lemuy lo que fue una experiencia muy interesante porque es muy distinto a todo lo que ya había visto, incluso de escuelas rurales de Brasil. 

¿Y qué fue lo distinto que viviste en comparación a otras escuelas de Brasil? 

Primero creo que en Chile hay una consistencia pedagógica muy interesante que se ha construido en los últimos años. Puedes ver que hay una presencia más fuerte del Estado, incluso con materiales y con formación. Y particularmente en estas escuelas es interesante comprender que tú puedes estar en una escuela que ya existe hace 50, 60, 70 años y que por mucho tiempo fue la única escuela, la única forma de comunicación del gobierno con las personas y de las personas con el mundo, con el conocimiento.

¿Existe alguna diferencia entre hacer clases acá en comparación a Brasil?

La cultura cambia pero los problemas son los mismos. Los problemas de aprendizaje, las estrategias pedagógicas, los cambios de edad en los niños. Las diferencias creo que están primero en el territorio porque las personas en Brasil tienen posturas diferentes y eso cambia un poco el cómo las personas se comunican, pero creo que cuando hay una estructura adecuada, cuando hay un compromiso pedagógico de la escuela y del gobierno también se puede tener aprendizaje, uno de calidad en todos los espacios, en todos los países.

El investigador ya estuvo en octubre en la Universidad de Playa Ancha y durante diciembre visitará la experiencia de la Universidad de Antofagasta. Todo bajo el marco de un proyecto internacional de investigación que busca analizar las políticas educativas de Chile, Uruguay, Argentina y Brasil a partir de estudios bibliográficos y también documentales.

En cuanto a la investigación, ¿qué es lo que tienen hasta ahora y de qué manera estas cuatro experiencias educativas convergen?

Ya existe documentación  sobre formación inicial y profesores principiantes que se refleja en documentos estatales como las leyes, los decretos y los relatorios públicos. Ya se ha hecho un mapeamiento inicial de estas políticas para que al final de 2025 podamos juntos, los cuatro países, producir un relatorio mayor, más grande, con más información y con un panorama de cómo están estos cuatro países de Sudamérica que son muy cercanos, pero que han elegido caminos diferentes en sus educaciones, en sus políticas educacionales, porque son idiomas diferentes, porque son geografías diferentes, porque son tamaños diferentes

¿Y la experiencia educativa de Chile en que se diferencia? 

Acá en Chile en todos los años de formación de pedagogía hay actividades específicas con las escuelas y una cercanía con las y los estudiantes. Chile es un país fuerte en su educación y se destaca en toda Sudamérica. Creo que en este país hay políticas estatales y locales de enseñanza y gestión con estrategias pedagógicas muy consistentes y en algunas escuelas se va a tratar de forma más profunda, con más calidad. Pero en general hay una política consistente, una política nacional de educación, de pedagogía y veo que en las escuelas se puede no ser el ideal, pero hay muchos recursos financieros, tecnológicos, humanos en las escuelas, proyectos, por ejemplo, de inclusión, de tecnología, de intervención pedagógica y creo que son las principales fuerzas. Por último, creo que estar más tiempo en la escuela no garantiza más aprendizaje, pero es importante incluir a los alumnos, sacarlos de la calle para que tengan la oportunidad de aprender más y también de aprender otras cosas.