Álvaro Barrientos Saldía. Abogado
Académico ULagos
alvaro.barrientos@ulagos.cl
A 100 años de la primera ley de Cooperativas en Chile…
«Hace ya cien años, un 30 de septiembre de 1924, se publicó en Chile la Ley N°4.058, norma que reconoció a las cooperativas como sociedades colectivas dotadas de personalidad jurídica y, por tanto, capaces de ejercer derechos y contraer obligaciones. Desde ahí, y a partir de sus distintas modificaciones legales, las cooperativas iniciaron su transición hasta posicionarse como un modelo asociativo relevante en el desarrollo social y económico nacional.
¿Cuándo nacen las sociedades cooperativas? Las cooperativas como entidades colectivas, surgen en Inglaterra el año 1844 para dar respuesta a la expansión económica del sistema fabril y las desavenencias laborales que ocasionó, contexto en el que obreros desempleados se reunieron y crearon la Sociedad de los Pioneros de Rochdale, agrupación que tuvo la particularidad de gestarse a partir de sus valores y principios. Es así que, una vez instalada una administración democrática en función al trabajo mancomunado y la ayuda mutua de sus miembros, llevó a la necesidad de su regulación, la cual, una vez estructurada con un marco jurídico propio, se posicionó en el mundo como una disciplina jurídica especializada, con un núcleo dogmático autónomo, conocido como Derecho Cooperativo.
En nuestro país, los primeros atisbos de cooperativismo, emergen principalmente por la influencia de los inmigrantes europeos y los postulados de los movimientos obreros y sindicalistas, los cuales generaron, a mediados del siglo XIX, los primeros intentos societarios sustentados en la cooperación y reciprocidad; al carecer de una regulación específica, estos debieron organizarse al alero de las normas que decoraban el existente Derecho Civil y Comercial.
Fue así que hace ya un siglo, con la publicación de la Ley N°4.058, se inició su regulación mediante una estructura jurídica independiente, comenzando con ello a desplegarse por las distintas regiones del país, demostrando el ser una alianza empresarial que, además de promover el bienestar de sus socios y socias y de aportar en su desarrollo económico, pasó a ocupar un lugar preponderante en el quehacer productivo nacional.
Luego de erigidas con características propias, las cooperativas han debido atravesar el devenir político y social del país, afianzándose como un modelo asociativo competitivo, por lo que, en la actualidad, las cooperativas se organizan y regulan especialmente en función de lo dispuesto en el D.F.L. N°5 del año 2003 que “Fija Texto Refundido, Concordado y Sistematizado de la Ley General de Cooperativas”. Esta norma ha tenido trece modificaciones legales, la última de ellas el 30 de diciembre de 2023 con la publicación de la Ley N°21.641 que, “Fortalece la Resiliencia del Sistema Financiero y sus Infraestructuras” que permite a determinadas cooperativas (Coopeuch), el acceso al financiamiento y refinanciamiento por parte del Banco Central de Chile.
Tras diez años desde de la publicación de la ley en 1924, surge en la ciudad de Frutillar la primera cooperativa inscrita en la Región: la aún vigente, Cooperativa Agrícola y Lechera Frutillar Limitada (CAFRA), fundada el 26 de agosto de 1934 por un grupo de agricultores y ganaderos de la zona, que, si bien, en un comienzo se reunieron para mejorar sus condiciones laborales y de comercialización, hoy prestan servicios al rubro lechero, principalmente en las áreas de farmacia y laboratorio.
En cuanto a la Provincia de Osorno, el 6 de noviembre de 1941 se publicó en el Diario Oficial la hasta hoy activa, Cooperativa Agrícola Purranque Limitada, sociedad constituida con el objeto de mejorar las condiciones sociales, culturales y económicas de los agricultores de la zona.
El Estado de Chile, desde 1943, promovió el “Plan de Electrificación del País”, que buscaba expandir el suministro eléctrico a los sectores rurales, que imponía la distribución en zonas extensas pero de escasa densidad, lo que dificultaba su rentabilidad; no obstante, encontró en el modelo cooperativo una solución a su ejecución, por este motivo se inscribió el 6 de septiembre de 1946, en la comuna de Osorno, la Cooperativa Eléctrica Osorno Ltda. (CREO), la que, expandiéndose en los distintos sectores rurales de la Provincia, dio inicio al proceso de electrificación rural en la Región y que está activa hasta el día de hoy, ampliándose a distintos servicios para sus socios y socias.
Es así que, cómo hacemos referencia, las cooperativas se han instalado y expandido en los distintos sectores productivos de la región y en la Provincia. Encontramos a cooperativas reconocidas además de las ya nombradas: COOPRINSEM (1969), la cual evidentemente ha resultado un real aporte al sector agropecuario, a BANSUR (2008) en el sector financiero, o Torrencial Lechero (2019); estas, entre otras, han colaborado al desarrollo de sus socios y socias, así como de la Provincia, de la Región y del País.
Una vez que analizados los registros históricos obtenidos por transparencia y, desglosado los datos estadísticos de la institucionalidad del sector, esto es, desde la División de Asociatividad y Cooperativas perteneciente a la Subsecretaría de Economía y Empresas de Menor Tamaño del Ministerio de Economía, Fomento y Turismo, hemos obtenido antecedentes que nos permiten conocer el panorama productivo, el aporte y trascendencia del modelo asociativo que nos otorgan las cooperativas.
Primero, en el contexto país, a julio de 2024, las cooperativas vigentes e inscritas corresponden a un total de 1.975, las que se componen por un total de 2.157.188 socias y socios registrados. Esta cifra, representa un aumento de un 10.8% al comparado de julio de 2023. De estos datos, resulta relevante destacar que, por segmento de género, las cooperativas mantienen una mayor participación de mujeres, debido a que corresponden a un 50.6% del total de miembros inscritas.
En el escenario regional, a misma fecha (julio 2024), constan vigentes e inscritas un total de 151 cooperativas, las cuales representan un 17.1% de la realidad país, eso sí, con una baja representación en relación a la cantidad de miembros, al mantener solo un 0.2% del número total de socias y socios inscritos/as a nivel nacional. En cuanto a sus rubros, estas se reparten en distintos giros, principalmente, en producción (32), servicios (24) y agrícola (20).
En relación a las cooperativas inscritas y vigentes en la Provincia de Osorno, mantienen los siguientes registros por comuna: Rio Negro 9 cooperativas, Puyehue 2 cooperativas, San Pablo 3 cooperativas, Purranque 5 cooperativas, San Juan de la Costa 2 cooperativas, Osorno 13 cooperativas y Puerto Octay sin registro. Estas cifras, denotan que la Provincia de Osorno aporta un total de 34 cooperativas que representan un 22.5% en relación al total de la región y del total nacional, sólo un 1.7%.
El Estado no ha estado al margen del reconocimiento productivo de las cooperativas, arraigando paulatinamente el fortalecimiento del sector, demostrado a partir de las distintas modificaciones legales que han incentivado su creación, y desde este año, mediante la creación del Instituto Nacional de Asociatividad y Cooperativismo, entidad que se espera que mejore el posicionamiento de las cooperativas en políticas y fondos públicos y permita de permitir reforzar las relaciones con entidades privadas.
Es importante reconocer que las cooperativas se han visto robustecidas por el propio apoyo del sector, donde cabe mencionar el aporte de la Asociación Gremial de Cooperativas (Cooperativas del Sur) que, a partir de su creación en el año 2012, se ha situado como un eje de representatividad.
Dicho lo anterior, podemos concluir, que las cooperativas a partir de sus particularidades asociativas, han demostrado e implementado una forma distinta de gobernanza y que, dada su estructura y particularidades, han permitido mejorar las condiciones laborales de sus miembros, así como también, han evidenciado un impacto significativo a la sostenibilidad, innovación, la resiliencia y cohesión social, además de colaborar en el crecimiento económico y productivo a nivel regional y nacional, elementos suficientes, que admiten desde su potencial, impulsar el fortalecimiento del sector cooperativo en nuestro país.«
Publicado por: Natalia Araya Raccoursier