La emoción del trabajo de toda una vida se encontró con la realidad de la nostalgia de dejar la Universidad de Los Lagos, que más que un lugar de trabajo, cobijó sus sueños, el desarrollo de sus hijos y la proyección del futuro. Y en este ambiente de sentimientos encontrados, desde el primer instante, también surgió la expectativa de realizar proyectos personales guardados por tanto tiempo.

Es en este contexto y en el marco de las leyes de incentivo al retiro para las Universidades Estatales, ley N°20.996 No Académicos (Técnicos, Administrativos, Auxiliares) y ley N°21.043 Académicos, Directivos y Profesionales No Académicos, “considerando que nos encontramos en el séptimo proceso, podemos señalar que se han acogido a retiro de acuerdo a cupos asignados por el Ministerio de Educación durante los periodos 2023 un total de 20 funcionarios y funcionarias de esta casa de estudios”, afirmó Mariela Paredes, trabajadora social, coordinadora institucional de Jubilación y LIR de la Dirección de Gestión de Desarrollo Humano de la ULagos.

La profesional explicó que la Dirección de Gestión del Desarrollo Humano a través de  su Coordinación de Jubilación LIR y su equipo Psicosocial “ha ido trabajando con cada funcionario en el acompañamiento y asesoramiento de los procesos para acogerse a retiro, es decir, se comienza alrededor de dos o tres años antes de cumplida la edad legal (65 años para los hombres y 60 años para las mujeres) a evaluar las distintas variables que esto conlleva, prestar apoyo psicológico y social y se inician talleres variados de acuerdo a las necesidades,  facilitando toda la información acerca de los beneficios y prestaciones que forman parte del sistema de protección social de nuestro país”, precisó.

En este sentido, la  trabajadora social, agradeció la “valiosa labor de toda una vida al servicio de la universidad, 10, 20, 30, 40, y 45 años de servicios donde cada una de las personas que se acogieron a retiro conocieron los distintos procesos, trabajaron durante años, vieron nacer nuevos proyectos, conocieron grandes amigos y presenciaron cómo la institución ha ido creciendo  y desarrollándose”, sostuvo.

 Mariela Paredes,  agregó que “es importante destacar  que este retiro no es motivo de distanciamiento,  sino motivo del surgimiento de un nuevo vínculo que nos mantenga en contacto a través de nuestra institución. Por esto, agradecemos a cada uno de ustedes por su destacada labor y compromiso con la institución, por una vida dedicada a la Universidad y a lo que ella representa: la esperanza de un futuro mejor”, finalizó Mariela Paredes,  trabajadora social, coordinadora institucional de Jubilación y LIR.

En tanto, el rector Óscar Garrido, expresó que lo fundamental “en este espacio, es que la universidad como institución, tiene que agradecer todo el talento que se ha desplegado por funcionarios y funcionarias que por décadas han estado en la universidad. Hoy, nos encontrarnos en esta despedida, que no es despedida, sino una nueva etapa para ellos y ellas, en que tienen que encontrarse con un nuevo proyecto de vida, y lo principal, desde la perspectiva de la universidad, es sumarle todos los agradecimientos que se merecen”, destacó.

El líder de la ULagos, continúo su análisis,   señalando que “por la colaboración de los y las funcionarias, somos lo que somos hoy como universidad. Es un momento muy feliz para todos y todas, de tal manera que en este minuto, además, la universidad creó un vínculo a través de una institución nueva para adultos mayores y eso nos va a permitir que sigan cercanos al proyecto universitario”, aseguró el rector Óscar Garrido.

 Testimonios

Cecilia Planas Vergara, fue durante los últimos 10 años directora de la Secretaría de Estudios y Académica del Departamento de Ciencias Exactas, con 40 años de servicio en total.

“Es toda una vida, por lo tanto tengo sentimientos muy encontrados. Que ya no me tenga que levantar temprano en la mañana a trabajar…pero siento también que es un paso, es una transición a buscar una nueva clase de vida, más relajada, pero más descansada, bien merecida creo. Y si uno mira un poquito hacia atrás, fui una privilegiada porque estuve en los minutos claves de la universidad” y agrega que “cuando fundamos la universidad, cuando nos aprobaron la ley, cuando empezó a crecer y de los pocos edificios que había en ese entonces, en sus inicios,  ahora tenemos lo que tenemos, entonces, no sé, siento que fue un privilegio todo este tiempo, porque uno, como uno más de tantos, fuimos partícipes de esta increíble transformación de lo que es hoy en día la institución con 10.000 alumnos, muchos profesores, funcionarios”, precisó.

La académica explicó que todo “partió de a poco,  tantos sueños que se convirtieron en realidad, tantos que no también, pero me siento súper agradecida a toda la gente que hizo de mi vida lo que fue. Y me siento muy agradecida también a la vida que me permitió compartir con todos y todo esto” y agrega que “no creo que uno pueda dejar de tener estos sentimientos de decir yo quiero a la institución. Siempre voy a estar con ellos, preocupándome de su desarrollo. Porque creo que el trabajo de la universidad es una elección de vida, no es solo un trabajo más, entonces la formación de tantos y tantas generaciones de profesionales que hoy día están por todos lados, es la convivencia diaria y también es cierto todo aquello que significa todas las familias que se unen a la comunidad universitaria”, aseguró.

Ivana Ellenberg, trabajó en la universidad desde el año 1987 y culminó como jefa del Laboratorio de Química de Alimentos del Centro de Análisis de Alimentos, SEAL. En cuanto a la nueva etapa que se aproxima a vivir, la profesional comentó que “este es un momento grato. Me costó mucho tomar la decisión. Sin embargo, estoy súper tranquila. Es una nueva etapa en la vida. La vida ahora se toma de otra manera porque nos vemos y actuamos como gente mucho más joven, más actualizada. Y estoy contenta”, afirmó.

Mónica Riquelme, trabajó en el SIAPER, en recursos humanos. Técnico en informática, estuvo más de 20 años trabajando en la universidad.

“Es un momento especial pero ya quiero retirarme. Me da pena dejar la institución, pero quiero retirarme porque estoy sana. Me siento bien, no tomo ningún remedio, nada de eso. Entonces quiero aprovechar en hacer otras cosas que yo tengo ya pensado hace mucho tiempo, que antiguamente las hacía y dedicarme a mi pastelería. Mi emprendimiento. En este tiempo, ahora estoy en SIAPER. Me voy con pena por dejar la institución, pero quiero darle las gracias a la universidad, porque gracias a ella estudió mi hijo, estudié yo”, destacó.

Jaime Hernández, asistente del Laboratorio de biología. «Es un momento especial, pero asumiendo de buena forma la etapa que ya se avecina y obviamente esperando una nueva etapa. De manera tranquila, creo que me voy en paz y espero que la etapa que se inicia sea de la mejor forma posible. Estoy agradecido de esta institución que me cobijó laboralmente por cerca de 39 años y solamente tengo palabras de agradecimiento para la autoridad actual y con las antiguas  también», destacó.