En un taller colmado de pinturas sostenidas en atriles, junto a cuadros colgados en la pared, es el lugar en que el profesor Nelson Oyarzún, cargo del electivo de Arte, despliega todo su conocimiento para traspasar la mayor cantidad de sabiduría de arte a sus estudiantes que escogieron el curso.
El origen de los estudiantes que asisten al Taller de Pintura, responde a variadas carreras y, desde el lunes 10 al viernes 14 de julio, presentaron sus mejores trabajos en los pasillos de la Universidad de Los Lagos.
La finalidad de esta muestra según el docente es “dar a conocer a toda la comunidad universitaria lo que hacen los alumnos del taller y que se muestre que aquí, en la universidad, hay otras posibilidades de desarrollo, porque no solamente en la educación superior se viene a estudiar parte del currículum general, sino que también otros aspectos como el arte”, afirmó.
En relación a la muestra en uno de los pasillos principales de la universidad, el artista indicó que “es importante que los estudiantes se sientan reconocidos y les sube la autoestima. Todos los seres humanos necesitamos ser reconocidos y los estudiantes con eso tienen mayor autoestima, es por un tema de valoración” agregó el profesor.
Para Gianella Zambrano estudiante de enfermería de segundo año, su motivación es intrínseca a su personalidad, ella cuenta que le “gusta mucho pintar y dibujar”, por lo que el taller es un espacio para desarrollar sus gustos y aptitudes. “En el taller ocupé oleo para combinar varios colores, utilicé técnicas con pincel” agregó. Aparte de su vocación artística, comenta que “en momentos que me encuentro estresada, me relajo pues me gusta pintar”, sostuvo.
Otro participante de este electivo es Jorge Catalán, él estudia la carrera de Contador Auditor. Cuenta que “tenía nociones de dibujo con los lápices normales, pero ahora aprendí usar la técnica del pastel seco”, puntualizó.
“No se vincula mi carrera con el arte, pero para mí es un hobby, me gusta mucho el tema del arte, es algo que llena”. El estudiante, recomienda completamente el taller y el electivo; “El profesor tiene una forma de ver el arte que no todos tienen y yo aprendí la técnica de pastel de él. Se puede aprender mucho”, explicó.
Sin duda, el taller como lugar físico es un espacio singular, un punto de encuentro de artistas en descubrimiento y en formación. Un lugar acogedor donde el profesor Nelson Oyarzún espera a sus estudiantes, en aquellos días en que el pincel y el atril son protagonistas, en que las sombras recrean distintas realidades y las técnicas dan a luz cuadros pictóricos originales que surgen del alma de los estudiantes de la Universidad de Los Lagos.
Escrito por: Henry Inostroza
Publicado por: Marcelo Morales Mena