En el contexto del trabajo de la Dirección de Pueblos Originarios ULagos, se inició en la isla de Apiao, que en lengua chona significa lugar de refugio, las primeras actividades de Escuela Itinerante Intercultural en la cual también participa la Subdirección de Arte y Cultura, junto a la carrera de Pedagogía General Básica de la Sede Chiloé.
La Isla Apiao forma parte del archipiélago de islas Chaulinec, el cual está compuesto por tres islas (Apiao, Alao y Chaulinec), que se ubican al este de la comuna de Quinchao a la cual pertenecen administrativamente, encontrándose a una distancia temporal de 2 horas en lancha del centro urbano más poblado que es Achao, puerto madre hacia las islas del mar interior de Chiloé.
Dicha itinerancia, se llevó a cabo con la participación de 2 escuelas rurales de esta isla, (Escuela Rural Ostricultura y la Escuela Rural de Metahue), con quienes se una mediación artístico educativa que estuvo a cargo de la escritora mapuche williche Roxana Miranda Rupailaf. Dicha mediación, tuvo como foco la puesta en valor de elementos cosmovisionales mapuche, el fortalecimiento identitario y resguardo de la memoria comunitaria.
ESCUELA INTERCULTURAL ITINERANTE
En el contexto de esta escuela itinerante, también se espera desarrollar un trabajo que permita generar un registro y difusión relacionado con rescatar aspectos metodológicos sobre la labor y experiencia del trabajo educativo en contextos interculturales de 4 provincias de la región, proceso que se inició recientemente en Chiloé con escuelas de las islas de Apiao.
En este territorio, se llevó a cabo un trabajo de escritura creativa que tuvo el propósito de fortalecer el conocimiento que los niños/as traen desde sus hogares, el cual tiene que ver con su propia historia y relatos a partir de la figura del kultrün (instrumento mapuche). Para dicho fin, se utilizó un texto poético titulado “el abuelo kultrün” (del poeta mapuche Javier Milanca), para generar una serie de actividades que recibieron el acompañamiento de estudiantes en formación de la carrera de Pedagogía General Básica y un profesor de esta misma carrera que se imparte en la Sede Chiloé.
“Fue un trabajo intenso con niños de diferentes edades que se mostraron dispuestos a ser parte de las actividades que se les propusieron, siendo un desafío importante el que pudieran compartir sus escritos y contar historias” (…) “Para ese fin, la escritura es un vehículo de expresión muy importante que permite desarrollar habilidades expresivas que no siempre son fáciles”, comentó la escritora williche Roxana Miranda Rupailaf, quien estuvo a cargo del desarrollo de estas actividades.
La artista comenta que “La poesía tiene que ver con el mundo interior, creo que a través de la escritura ellos pueden expresar sus miedos, sueños y anhelos. La lectura de poemas es muy importante a edad temprana y en este caso un poema asociado a conocimientos y sabiduría que niños, niñas y jóvenes del territorio poseen de manera genuina por el hecho de pertenecer a un pueblo originario”, agregó Miranda Rupailaf.
La misma autora destaca que “los niños/as siempre tienen identidades territoriales por el hecho de haber convivido con historias familiares y pertenecer a un territorio determinado, no siempre ellos se dan cuenta cuan valiosa pueden llegar a ser sus propias historias, lo cual creo que, a través del ejercicio de lectura y escritura creativa, fue importante de resaltar”.
CARRERA DE PEDAGOGIA
Esta actividad realizada en el contexto del trabajo de la Dirección de Pueblos Originarios, se desarrolló en alianza con la carrera de Pedagogía General Básica de la Sede Chiloé y la Subdirección de Arte y Cultura de la ULagos.
En ese sentido, Maximiliano Heeren, profesor de lenguaje y académico de la carrera de Educación General Básica de la Universidad de Los Lagos, enfatizó en que lo más relevante de la vinculación entre las direcciones y carreras que impulsan la Escuela Itinerante, tiene que ver con la formación de futuros profesionales ya que estos, “a partir de la experiencia que van a generar como futuras docentes. Sin duda tienen que conocer su territorio porque, a futuro muchos van a trabajar en establecimientos rurales que requieren de una mirada con identidad territorial, lo cual es fundamental, pues se requiere generar esas competencias ya que Chiloé tiene mucho contenido cultural que tiene que ver con el mundo indígena y que se torna fundamental y necesario relevar en el espacio educativo”, expresó.
EXPERIENCIA TERRITORIAL DOCENTE
En la escuela de Ostricultura sobre el 95% son niños de ascendencia indígena mapuche williche, dicha escuela posee un sello que apunta hacia la interculturalidad, por tanto, siempre se trata promover la participación en diversas actividades que guarden coherencia con dicho sello.
Camilo Letelier, profesor encargado de la Escuela de Ostricultura, comentó que las/os estudiantes de las escuelas de Apiao son portadores de una importante herencia cultural que se expresa a través de la memoria de sus antepasados y las actividades comunitarias que todavía están vigentes (mingas), es por eso que, en el contexto del trabajo educativo, desde la docencia han buscado “reforzar dicha herencia mediante actividades pedagógicas donde las/os niños intercambian conocimientos sobre diversas tradiciones y conocimientos que todavía se encuentran presentes en el territorio”.
Letelier comenta que más allá de los procesos de aculturación que han experimentado las/os niños/as y jóvenes como resultado de los vientos “modernizadores” que se han desperdigado en el archipiélago de Chiloé, en el espacio educativo “Siempre tratamos de validar lo que ellos son, pues primero son niños provenientes de un territorio insular con una inmensa riqueza cultural, que poseen un tugün y un küpan, que son niños mapuche williche, por tanto son valiosos en donde se paren y con esa base pueden interactuar con personas de diferentes culturas”.
Respecto al trabajo docente en territorios mapuche williche con alto nivel de aislamiento de la Isla Apiao “es fundamental tener la voluntad de estar involucrado con la comunidad, a través de diferentes formas, entre ellas la participación de trabajos comunitarios, por ejemplo. Creo que, si uno no se involucra, la permanencia en el territorio puede ser muy aburrida e incluso puede existir la posibilidad hasta de enfermarse”, asegura Letelier.
Refiriéndose al trabajo realizado en Isla Apiao Deisy Cona, trabajadora social que forma parte del equipo de la Dirección de Pueblos Originarios y, además, es una de las coordinadoras de la Escuela Itinerante, concluyó señalando que “es importante contar historias sobre lo que somos, si bien la escritura es un ejercicio que cuesta, es significativo vincular nuestro pasado porque forma parte de lo que somos. En este viaje nos dimos cuenta que a los niños/as les gusta mucho vivir en su territorio. Agradecemos que como Dirección nos hayan podido abrir las puertas de estas escuelas para poder desarrollar un trabajo que esperamos pueda resultar un buen aporte para la labor docente”.
Publicado por: José Luis Vargas Álvarez