Una jornada que mezcló perfectamente las tradiciones con la fantasía se vivió este sábado 1 de octubre en el Teatro Municipal de Osorno, ocasión en la que la Orquesta Juvenil de la Universidad de Los Lagos brindó su segundo concierto de la temporada para celebrar el Día de la Música Chilena que se conmemora este 4 de octubre.

El elenco conformado por 55 jóvenes de enseñanza básica, media y superior de la Región de Los Lagos y dirigido por Rodrigo Díaz, interpretó catorce temas ante un público que como siempre acompañó con entusiasmo cada una de las interpretaciones.

El recorrido por nuestro territorio nacional partió con una suite de música tradicional del altiplano, con referencias a carnavales, festividades y ceremonias de las comunidades del norte grande, que llevadas al formato orquestal, permitieron descubrir nuevas sonoridades, colores y texturas, y permitieron al público viajar imaginariamente a las calles y pueblos altiplánicos.

Los colores y vientos del norte grande dieron paso a las cuerdas y ritmos tradicionales de la zona central, con una suite de guitarras y la reina cueca tomándose el escenario en formato orquestal, destacando el piano y la participación del público con las palmas, para retrotraernos a celebraciones de fiestas patrias.

Un paso necesario también por la Araucanía con un sentido homenaje a Violeta Parra y la interpretación en trutruka de “Arauco tiene una pena” dio paso a un recorrido por las islas y el mar interior de Chiloé, con tres temas de Bordemar. La cadencia de los valses y rines fueron el preludio del gran final a cargo de El Aparecido de Víctor Jara. De esta manera se dejó de manifiesto el orgullo por las tradiciones y la diversidad cultural de nuestro país, con una puesta en escena magistral, que el público disfrutó de principio a fin, cerrando así una nueva jornada magnífica de la Orquesta Juvenil de la Universidad de Los Lagos.