En más 10 años de trabajo en distintas zonas del archipiélago de Chiloé, el Dr. Jaime Rau, Director del Laboratorio de Ecología del Departamento de Ciencias Biológicas y Biodiversidad de la ULagos, ha formado a generaciones de nuevos investigadores que, desde pregrado, comenzaron a publicar sus resultados.
Es el caso de un grupo de biólogos marinos que estudiaron distintos tópicos sobre la fauna de la bahía de Caulín, produciendo publicaciones científicas como parte de su proceso de titulación.
Esa generación de investigadores, que se formó estudiando el posible manejo de la bahía de Caulín, se reunió nuevamente, tras 10 años, para realizar un nuevo plan de manejo, en esta oportunidad, para el santuario de la naturaleza Isla Kaikué- Lagartija, en la comuna de Calbuco.
Caulin
La bahía de Caulín en el norte de la Isla Grande de Chiloé, es un paraíso ecológico libre de caza, en el que abunda el alimento – fito y zooplancton, microalgas y moluscos – para numerosas especies de aves marinas y migratorias que convergen en sus aguas someras. En este lugar tan especial parece haber un balance entre el ecosistema y la actividad antrópica, es decir la influencia de las acciones humanas que se han desarrollado por generaciones, como la extracción de algas y la recolección de mariscos.
Caulín es un lugar privilegiado para plantearse preguntas de investigación; está en la lista AICA (Áreas importantes para la conservación de aves) de BirdLife International y corresponde a una zona ECMPO (Espacios Costeros Marinos para Pueblos Originarios).
De esta primera experiencia en pregrado, surgió un cuerpo de investigaciones complementarias que dan cuenta de las características del ecosistema, por ejemplo sobre la dieta de flamencos, o los hábitos de cormoranes imperiales, cisnes de cuello negro, del pato quetro e incluso de los depredadores de nidos de estas aves. El grupo llegó incluso a plantear propuestas de manejo, buscando siempre el balance entre la conservación y actividades como el turismo, la mitilicultura y el impacto del aviturismo en la conservación de este ecosistema.
“Nos interesa la interacción humana como componente de la investigación, cómo coexiste la actividad de algueros y mariscadores con un ecosistema saludable. El objetivo es generar recomendaciones para hacer economía a escala y conservación desde una perspectiva humanista. Las áreas protegidas deben favorecer a las comunidades aledañas y no transformarse en una forma de imperialismo científico que excluya al ser humano.” explica el Dr. Jaime Rau.
Isla Kaikué-Lagartija
Parte del mismo equipo se volvió a reunir para participar en la elaboración de un plan de manejo para la isla Kaikué-Lagartija ubicada en el archipiélago de Calbuco, declarada Santuario de la Naturaleza en 2017 por ser una de las pocas islas que se mantiene en su estado natural, escasamente intervenida por el ser humano.
Esta particular y deshabitada isla que con marea baja tiene una superficie de hasta 30 hectáreas, y durante la marea alta apenas una hectárea, se encuentra en una zona donde convergen aguas oceánicas provenientes del Golfo de Ancud y el canal de Chacao, lo que genera concentración importante de nutrientes que permiten el asentamiento de invertebrados marinos de importancia alimenticia para el ser humano y las aves marinas costeras cómo almejas, culengues, erizo rojo, piure, choritos, ostra chilena y picorocos.
En este santuario también se resguarda un sitio de nidificación de Pingüino de Magallanes, alberga a más de 24 especies de avifauna y constituye un sitio relevante para la nidificación de al menos 7 especies de aves marinas costeras, entre las que destacan el Pato Quetru no volador, el Cormorán Imperial y el Cormorán de las Rocas.
La interacción equilibrada entre el ecosistema de la isla Kaikué-Lagartija y la acción humana se remonta al pasado lejano, según evidencian sitios arqueológicos como conchales y vestigios de corrales de pesca.
La declaración en 2017 de la isla Kaikué-Lagartija como Santuario de la Naturaleza en base al informe elaborado por el Laboratorio de Ecología de la ULagos, cristalizó en la propuesta de un Plan de Manejo entregado a la Municipalidad de Calbuco.
El objetivo general del proyecto es “Elaborar y validar el Plan de Manejo y Gestión Territorial del Santuario de la naturaleza Isla Kaikué- Lagartija en forma participativa en conjunto con la mesa técnica conformada por representantes de la Ilustre Municipalidad de Calbuco, el Consejo de Monumentos Nacionales (Oficina Técnica Regional), la SEREMI de Medio Ambiente Los Lagos, Capitanía de Puerto de Calbuco, la misma Universidad de Los Lagos mediante el Laboratorio de Ecología dirigido por el Dr. Jaime Rau; Sernapesca, la Corporación Nacional Forestal y la Consultora Surambiente.
La obtención de este estatuto, fundado en un detallado expediente presentado por la mesa técnica y el Laboratorio de Ecología de la Universidad de los Lagos, precede a la redacción de un Plan de Manejo para conservar la diversidad de especies presentes manteniendo las actividades humanas que tradicionalmente se han desarrollado en torno a ésta.
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