Diversas estrategias de colaboración mantienen universidades chilenas y extranjeras en torno al cuidado de la población adulta para mejorar su salud.
La Universidad de Los Lagos con la participación del profesor e investigador Bastian Carter Thuillier (Departamento de Educación) forma parte de un elenco de universidades españolas y extranjeras en la Red de Investigación “Andared” dirigida por el profesor de la Universidad de Jaén, Pedro Ángel Latorre Román y financiada por el Ministerio de Cultura y Deporte a través Consejo Superior de Deportes.
El objetivo fundamental de esta red de investigadores es establecer estrategias de colaboración entre diferentes Universidades para precisar y comprobar criterios de reeducación y prescripción del ejercicio físico, sobre la base de la marcha humana en personas mayores teniendo en cuenta el desarrollo tecnológico de asesores virtuales y wearables.
Los investigadores destacan que el envejecimiento se asocia con la limitación funcional que aumenta la fragilidad, la sarcopenia, las caídas, la discapacidad y hospitalización, con un deterioro de la calidad de vida. En este sentido, la obesidad y la inactividad física son las principales preocupaciones de salud pública en adultos mayores. Sin embargo, la actividad física acompañada con procesos de reeducación, ha mostrado un impacto positivo en la supervivencia, siendo una de las medidas no farmacéutica más relevantes para mejorar la salud de esta población.
En particular, el rendimiento al caminar es un importante biomarcador de salud. Así, las personas mayores con problemas de salud crónicos muestran dificultad severa para caminar 500 m sin ayuda y subir y bajar 12 escaleras. La velocidad de la marcha, su variabilidad de la marcha, la longitud del paso o la marcha compleja son medidas utilizadas para predecir el deterioro cognitivo y el estado de salud en personas mayores.
Caminar es el recurso más simple, económico, y universal y que desde una perspectiva de salud pública se recomienda a las personas mayores para promocionar su salud. Por ello, resulta esencial desarrollar procesos educativos que permitan a la población mayor comprender y vivenciar sus beneficios.
La despoblación de áreas rurales y la presencia de personas mayores que no pueden acceder a servicios profesionales de especialistas en el campo de la Educación y la actividad física, convierten a la marcha en un extraordinario recurso adaptable a cualquier persona y entorno mediante un asesor virtual o wearable. Mediante el uso de estos dispositivos se podría educar e implementar los criterios de prescripción de la marcha como: número de pasos al día, frecuencia de paso, velocidad de la marcha, desnivel recorrido, marcha con sobrecarga o tareas duales y control de una locomoción saludable y sus efectos en el estado de salud de personas mayores. Por lo que, la prescripción simplista de “usted ande” resulta imprecisa e insuficiente.
La creación de una red multidisciplinar de investigadores de diversos campos (salud, actividad física y educación), posibilitaría el intercambio de experiencias y conocimientos para avanzar en este tópico de investigación y problema de salud pública como es el envejecimiento, la dependencia y la influencia de la locomoción activa. El grupo de investigadores ha publicado al respecto relevantes trabajos en revistas internacionales en las que ponen de manifiesto que la locomoción es un claro biomarcador de salud en adultos mayores.
Por: Departamento de Educación ULagos
Publicado por: Loreto Bustos Novoa