Directora Académica Sede Santiago, Viviana Vrsalovic: «Falta poner un sello diferenciador, que deje claramente establecida la vía por medio de la cual todas las instituciones, tanto públicas como privadas deben dar cumplimiento a su rol en la creación y difusión del arte y la cultura».
El rol en la difusión de las artes y la cultura ha sido un elemento fundamental en el desarrollo de las Universidades a nivel mundial, ya que esta institución ha sido definida desde su creación, como el espacio en el cual se forja la cultura en las diversas áreas del conocimiento.
Es por ello, que el Proyecto de Ley sobre Educación Superior, en su artículo primero indica: “La educación superior tiene como fin la generación y desarrollo del conocimiento, su aplicación y comunicación acorde con los desafíos actuales; el cultivo de las ciencias, la tecnología, la innovación, las artes y las humanidades; la vinculación con la comunidad, así como el fomento de la cultura en sus diversas manifestaciones. Todo ello con el objeto de contribuir al progreso social, cultural, científico, tecnológico, económico y sustentable de las regiones y del país, en el marco de un Estado democrático de derecho”.
La conservación y difusión cultural en las universidades se realiza a través de la vida académica, ya sea por medio de la docencia, que promueva una transmisión cultural entre profesor y estudiante; por sus bibliotecas; por la actividad artística; publicaciones; medios de comunicación; entre otros. En este sentido, tanto los bienes como los servicios culturales son parte intrínseco del quehacer de las Universidades.
Asimismo, la iniciativa legislativa en su artículo cuarto indica: “Las universidades son instituciones de educación superior cuya misión es cultivar las ciencias, las humanidades, las artes y las tecnologías, así como también crear, preservar y transmitir conocimiento, y formar graduados y profesionales. Corresponde a las universidades contribuir al desarrollo de la cultura y la satisfacción de los intereses y necesidades del país y sus regiones. Éstas cumplen con su misión a través de la realización de docencia, investigación, creación artística, innovación y vinculación con el medio”.
Como podemos observar, en sus primeros artículos el Proyecto de Ley sobre Educación Superior reconoce y resalta el rol de las Universidades en el proceso de generación y/o desarrollo de la cultura, así como la satisfacción de los intereses del país y sus regiones, sin embargo, en el resto del proyecto no existe un apartado específico que busque o potencie el rol de las Universidades en el desarrollo de la cultura.
No se identifica algún artículo que señale o mencione algún fondo disponible para promover el arte y la cultura, o alguna modalidad mediante la cual se fortalezca el rol de las Universidades como agentes y gestores culturales, tanto a nivel nacional como local.
En el mercado actual de la educación superior, es posible diferenciar Universidades que sólo centran su accionar en la formación de técnicos y profesionales, enfocados en la cobertura educacional, sin aportar de forma sustantiva en el tradicional papel de las instituciones de educación superior, respecto al proceso de desarrollo artístico y cultural. Por tanto, existen universidades que tienen un fin instrumental, al formar capital humano para suplir las necesidades del mercado, sin aportar a la formación de ciudadanos comprometidos con el arte y la cultura.
Es en este plano, donde las Universidades Estatales, cobran aún más fuerza para cumplir con el rol del Estado, en la formación de individuos que estén al servicio del desarrollo de la comunidad. Las instituciones de educación superior estatales no pueden bajo ninguna circunstancia dejar de lado su rol, en torno al carácter eminentemente cultural que han tenido desde su fundación.
Esta inconsistencia del Proyecto de Ley, pudiese ser justificado con frases como “se debería dar por entendido” que el proyecto de por sí, de forma implícita fortalecerá el rol de las instituciones de educación superior en el cultivo de las artes y el fomento de la cultura. A la vista de quien suscribe, falta poner un sello diferenciador, que deje claramente establecida la vía por medio de la cual todas las instituciones, tanto públicas como privadas (según la definición del propio Proyecto de Ley) deben dar cumplimiento a su rol en la creación y difusión del arte y la cultura, lo cual es parte de su naturaleza interna. Probablemente sin un eje que indique directrices al respecto, este desarrollo artístico y cultural será un agregado más que algunas tomarán con fuerza, y otras… sólo cumplirán con el mínimo esfuerzo.
Viviana Vrsalovic H.
Académica
Sede Santiago
Universidad de Los Lagos
Publicado por: Andrés Zanetti