El año que termina, el mundo enfrentó una situación sanitaria compleja, sin precedentes en nuestras vidas. Un año antes, el país sufrió una severa crisis social y política, con millones de personas manifestándose por cambios. Ambos fenómenos afectaron financieramente a las universidades en Chile.  Un número elevado de universidades, públicas y privadas, debió tomar medidas muy severas para ajustar sus gastos, entre las que destacan procesos de reestructuración para reducir sus planteles académicos y funcionarios, la postergación de pagos de remuneraciones y/o la reducción de éstas.

En este adverso escenario, nuestra Universidad tuvo la doble capacidad de hacer una transición rápida y efectiva a la educación virtual, sosteniendo nuestro proyecto académico, y al mismo tiempo, gestionar oportuna y eficazmente nuestro presupuesto.  Ello fue posible por nuestra adecuada gestión financiera, sostenida durante años, y el esfuerzo de toda la comunidad. Esto ha permitido un crecimiento sostenido en los últimos años, que se materializa en nuevas obras en todos los campus y sedes, contratación de académicos e investigadores, mayores soportes profesionales para impulsar políticas de calidad y equidad, y el mejoramiento de condiciones laborales y el aumento de las remuneraciones, especialmente para aquellos/as colegas  de menores rentas.

Como anuncié hace un par de semanas, instruí a mi Equipo Directivo que trabajara en el presupuesto 2021 manteniendo una administración responsable, y  colocando en el centro de nuestra preocupación el resguardo de nuestra comunidad. Como resultado, el presupuesto institucional 2021 que presentamos fue ampliamente respaldado en los Consejos Universitario y Superior. Este presupuesto se sustentará en los mismos principios orientadores que permitieron una adecuada gestión financiera este año 2020: cautelar el empleo y las remuneraciones de nuestros/as académicos/as y funcionarios/as, y al mismo tiempo sostener nuestros proyectos estratégicos para asegurar crecimiento y calidad en el largo plazo.

El presupuesto 2021 incluye un aumento de remuneraciones del 2,7% para académicos/as y funcionarios/as con rentas de hasta $1.500.000, y un aumento de remuneraciones de 1,1% para las rentas superiores. Este aumento merece dos consideraciones.  Primero, constituye un esfuerzo importante y sostenible en el tiempo, que nuevamente requiere el compromiso de toda la comunidad universitaria para enfrentar con austeridad el manejo de nuestros recursos. El año que se avecina será aún incierto en términos económicos y sanitarios en el país. Segundo, en perspectiva, la gran mayoría de las universidades del Estado no han podido acercarse a la propuesta de reajuste al sector público presentada por el Gobierno al Congreso. Es más, un grupo importante de universidades estatales no reajustará sus remuneraciones.  En nuestro caso, el aumento de remuneraciones, en su conjunto, es incluso levemente superior al  propuesto por el Gobierno para  el sector público.

Finalmente deseo invitarlos/as a cuidarnos, mantener la cohesión y el alto compromiso de trabajo que demostramos el año que termina, y a observar con optimismo el año 2021, ya que hemos construido, entre todos y todas, las bases para enfrentar con éxito los años venideros.

Fraternalmente

Oscar Garrido Álvarez

Rector