Este año ha sido muy difícil para el país, golpeado por la pandemia y la contracción de la economía. Ambos fenómenos son percibidos por nuestras familias y aún nos afectan. Hemos tenido que adaptarnos y continuar nuestras vidas, a pesar de la adversidad. En este marco, tanto empresas privadas como instituciones públicas han debido adoptar medidas sanitarias para asegurar la salud de sus trabajadores y sus empleos, y así sostener sus funciones. Mientras no haya una vacuna segura que permita retomar nuestra vida normal, estas medidas necesarias continuarán.
Las universidades no han sido una excepción y todas nos hemos visto afectadas por la pandemia y la situación económica. En el plano financiero, se produjo una disminución de los ingresos previstos para este año, como resultado de un menor número de estudiantes matriculados y una mayor morosidad en el pago de aranceles. Un grupo de universidades, públicas y privadas, se vio forzada a tomar medidas muy severas para ajustar sus gastos, tales como procesos de reestructuración global para reducir sus planteles académicos y funcionarios, postergación de pagos de remuneraciones y/o la reducción de éstas. En nuestro caso, el manejo financiero – que ha permitido un crecimiento sostenido en los últimos años, que se materializa en nuevas obras en todos los campus y sedes, contratación de académicos e investigadores, y mayores soportes profesionales para impulsar políticas de calidad y equidad – permitió enfrentar el escenario adverso, sin tener que recurrir a este tipo de medidas.
Nos propusimos temprano resguardar la salud y el empleo de todos los integrantes de la comunidad universitaria, adoptando la modalidad de teletrabajo. Para ello, implementamos un plan de ajuste de gastos operacionales, y refocalizamos y postergamos proyectos de inversión. Con todo, terminaremos este año con una ejecución presupuestaria equilibrada. Como Rector y equipo directivo valoramos profundamente el compromiso del Consejo Universitario y Superior, por aprobar medidas de reducción gastos de honorarios y operación que aportaron al equilibrio financiero.
La posibilidad de sostener con responsabilidad y generosidad nuestro proyecto institucional, colocando en el centro el bien común y el desarrollo integral de la Universidad, nos ha demandado esfuerzos personales y profesionales y en eso debemos ser conscientes y ponernos todas y todos en el mismo objetivo. En todo este proceso he percibido el total compromiso de la comunidad universitaria. Tanto académicos/as como funcionarios/as administrativos han jugado un rol fundamental en sostener nuestra actividad. Valoro especialmente el compromiso de nuestros/as estudiantes con la prosecución de sus estudios en condiciones adversas. Estoy consciente de este tremendo esfuerzo. Nuestra historia no ha sido fácil, pero ella nos ha equipado de resiliencia, generosidad, cohesión y compromiso, aspectos que nos ha permitido continuar avanzando de manera decisiva en el desarrollo de la región y el país.
Lo que viene por delante tampoco será una tarea fácil. En el proyecto de presupuesto anual de la nación se establecen una serie de recortes en distintas partidas de los programas de Educación Superior, las cuales afectan a la institución y a estudiantes vulnerables, apoyados por el programa PACE. A lo anterior se agregan restricciones previas, tales como, limitaciones al crecimiento de la matrícula, imposibilidad de utilizar excedentes del Fondo Solidario de Crédito Universitario, limitaciones al endeudamiento, etc. Por ello, el presupuesto 2021 representará desafíos institucionales que implicarán austeridad en el gasto, priorización de inversiones y acciones de generación de nuevos ingresos. Del mismo modo, tal como nos adaptamos el 2020, nos proyectamos para el año 2021 con una administración seria y responsable colocando en el centro el resguardo de nuestro cuerpo académico y funcionario. Le he pedido a nuestros equipos que trabajan en la propuesta de presupuesto, que ésta se sustente en los mismos principios orientadores que permitieron una buena gestión financiera este año: cautelar el empleo, las remuneraciones y la seguridad de nuestros académicos/as y funcionarios/as, y al mismo tiempo sostener nuestros proyectos estratégicos para asegurar crecimiento y calidad en el largo plazo. Confío plenamente que lograremos conciliar, como ya hicimos este año, ambos principios.
Por último, deseo destacar que el cuerpo directivo ha logrado generar una cartera de proyectos competitivos con excelentes resultados, para seguir consolidando lo que definimos en nuestro Plan Estratégico al 2030. La universidad seguirá avanzando en un proyecto sólido al servicio de nuestra misión y desarrollo territorial
Deseo transmitirle a cada uno de ustedes tranquilidad frente al año que se avecina, ya que si todos y todas hacemos esfuerzos, garantizaremos con éxito el desarrollo de nuestro proyecto universitario.
Se despide fraternalmente,
Óscar Garrido A.
Rector Universidad de Los Lagos