“Cuando hay grupos segregados al interior de las comunidades humanas, nos damos cuenta que estamos perdiendo una gran cantidad de capital humano y cuando hablamos de mujeres, perdemos a la mitad de la población”, enfatizó la doctora Ana Buquet, especialista en Género y Educación, invitada al Ciclo de Charlas Virtuales Educación y Género para el Cambio Cultural, organizado por la Dirección de Género, el Departamento de Educación y la Escuela de Pedagogía de la Universidad de Los Lagos.

Con el tema “Igualdad de género en instituciones de educación superior”, la académica de la Universidad Autónoma de México (UNAM), enfatizó que en las universidades una cuestión fundamental es el conocimiento y reconocimiento de las desigualdades. En esta línea, la doctora enumeró los datos que dan cuenta de  la discriminación femenina al interior de su universidad. Se refirió a la segregación horizontal que produce la división sexual del conocimiento, de las actividades y los espacios; a la segregación vertical que impide un acceso igualitario de las mujeres a los salarios más altos, al reconocimiento y a la toma de decisiones, así como a otras desigualdades ocultas como la discriminación, la violencia de género y la división sexual del trabajo. “En la UNAM tenemos una participación más baja en los nombramientos de profesoras titulares; en el campo de la investigación humanista hay más mujeres (52%), pero pese a esta mayoría, las mujeres no llegan a los nombramientos de mayor nivel; en la investigación científica hay menos mujeres (35%)”, indicó.

Respecto de la segregación entre los y las estudiantes, la doctora afirmó que al  igual que como ocurre en la mayoría de las universidades, hay carreras feminizadas como Enfermería y Trabajo Social, que son una prolongación de las labores de cuidado hogareñas y en las carreras STEM (Science, Technology, Engineering and Mathematics) hay mayor participación masculina, cuestión que redunda en una brecha salarial cuando estos y éstas estudiantes llegan al mundo laboral.”La vocación está fuertemente condicionada por el género, desde los hogares, donde se educa de modo distinto a niñas y niños. Esto se va reproduciendo en la educación inicial, universitaria y en medios de comunicación. Todo esto promueve la diferenciación de intereses”, afirmó la investigadora.

Ana Buquet agregó que en el ámbito administrativo es importante que las personas se sumen a los cambios culturales, para que las condiciones al interior de las universidades sean más justas y equivalentes. “En las facultades de la UNAM hay 15 hombres dirigiendo, versus 5 mujeres; en las Escuelas hay más mujeres pero éstas tienen menor categoría. En el Consejo Universitario más hombres, lo mismo los cuerpos colegiados”, apuntó.

La doctora también se refirió a los sesgos en la evaluación académica, a la tensión familia-trabajo,  a la discriminación y al hostigamiento o violencia de género. “En el actual confinamiento es evidente que las mujeres hacemos doble o triple jornada, que  terminan en condiciones de vida muy agobiantes con labores domésticas, de maestras, de trabajo, entre otras. Nunca estaremos en condiciones de igualdad frente a los varones para avanzar en el mundo de trabajo, si no arreglamos la situación de igualdad al interior de los hogares y las instituciones de educación superior deben participar en las acciones que permitan equilibrar estos temas”, sostuvo.

En términos de cifras, Ana Buquet señaló que las académicas UNAM invierten 1.7 meses al año, a las actividades de cuidado; en el caso de las funcionarias la cifra es de 3,3 meses.

Violencia de género

Otro tema destacado fue la violencia contra las mujeres al interior de las universidades. “En México se empuja desde la academia y desde las organizaciones civiles que el gobierno reconozca el incremento de la violencia contra las mujeres en época de confinamiento, donde no tienen herramientas para defenderse. Pero también ocurre en las universidades y en salas de clases, incluso en el trayecto, por parte de compañeros y profesores. Haciendo que las estudiantes estén en una situación que ya no es tolerable”, comentó la investigadora.

¿Qué necesitan las universidades para lograr la igualdad de género?

Ana Buquet enumeró los estudios de género, los programas de género, las materias de género en todas las carreras universitarias; la creación de nuevas normativas dedicadas específicamente a erradicar la violencia de género al interior de las universidades, entre otras medidas, como el camino que deben seguir las instituciones de educación superior.

Entre las acciones, la especialista apuntó a la disminución de las tendencias de segregación vertical y horizontal – en casos necesarios- con acciones afirmativas, como asignación de cargo en un área específica, sobre representada por varones. Asimismo, combatir la discriminación y la violencia de género; Incorporar la perspectiva de género como parte de la formación de las nuevas generaciones; Incorporar la perspectiva de género en planes y programas de estudio de las carreras; levantar estadísticas con perspectiva de género y promover la corresponsabilidad al interior de los hogares, entre otras.

La doctora agregó que “La política de género, como cualquier otra política pública requiere recursos para impulsar acciones. Lo que nos hace falta en la mayor parte de las universidades es la transversalización, tener normatividad, estructuras, documentos, etc. Pero si este andamiaje no impacta a cada persona de la comunidad educativa no lograremos el objetivo. Cada una de las medidas debe llegar a la vida cotidiana de las comunidades. La igualdad de género en las universidades es importante porque contribuye a la excelencia académica; permite aprovechar al máximo el capital humano; utiliza recursos invertidos en formación y especialización de mujeres”.

El Ciclo de Charlas Virtuales. Educación y Género para el Cambio Cultural es un espacio para el diálogo y reflexión virtual sobre cómo los cambios sociales, sanitarios y la perspectiva de género nos llevan a pensar de otra forma de educación y de relacionarnos. En esta ocasión participaron administrativas/os y académicas/os de la Universidad de Los Lagos, Universidad Austral, Universidad de la Frontera, Universidad de Magallanes, Universidad de Tarapacá, Universidad de Valparaíso y también representantes del Ministerio de Educación.

La Directora de Igualdad de Género señaló la importancia de estas charlas como instancias reflexivas que nos permitan repensar las formas en que hacemos cultura, tanto al interior de los hogares, en el sistema escolar y el universitario, donde incorporemos una mirada de género para cambiar esas formas de relacionarnos que reproducen inequidades y violencias.

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