José Miguel Aguilera, Premio Nacional de Ciencias Aplicadas y Tecnológicas, y profesor emérito de la Pontificia Universidad Católica, dictó la charla inaugural del congreso.

Estudiantes e investigadores de diversas universidades del país, representantes nacionales e internacionales, exposiciones de vanguardia, fueron algunas de las características del vigésimo segundo Congreso Chileno de Ciencia y Tecnología de Alimentos, el cual se desarrolló durante 3 días en la universidad de Los Lagos.

El encuentro, organizado por la Sociedad Chilena de Ciencia y Tecnología de Alimentos (SOCHITAL) y la Carrera de Ingeniería en Alimentos de la Universidad de Los Lagos, se denominó “La alimentación inteligente – La alimentación del futuro”, con énfasis en integrar las áreas de investigación propias de las ciencia y tecnología de alimentos con aquellas inherentes a la nutrición humana buscando como objetivo impactar positivamente en la salud y bienestar de las personas.

Al evento asistieron más de 200 personas, provenientes de Iquique, Antofagasta, La Serena, Santiago, Chillán, Temuco, Valdivia y Osorno, interesadas en la calidad de las exposiciones, en que destacaron los 9 expositores internacionales y el Premio Nacional de Ciencia y Tecnología, además de una metodología de 45 trabajos en exposición y 120 posters.

Premio Nacional

José Miguel Aguilera, es Premio Nacional de Ciencias Aplicadas y Tecnológicas, profesor emérito de la Universidad Católica, su  especialidad es la ingeniería y la tecnología de alimentos y, en la actualidad, la gastronomía. Le correspondió realizar la charla inaugural del congreso con el tema: “Chile, un laboratorio Natural para la Alimentación y la Gastronomía”. Comentó que fundamentalmente vino a realizar una invitación “a que hagamos de Chile un gran laboratorio natural para la alimentación del siglo XXI. Esto qué significa? Significa que por fin demos el paso y diversifiquemos nuestras exportaciones, derrotemos el flagelo de la obesidad, empecemos a preocuparnos de la alimentación de los adultos mayores, que va a ser un tema en el futuro”, y agrega que “para que esta proyección tenga éxito, yo creo que depende que sepamos reconocer el tremendo potencial que existe en Chile para destacar en el área de la alimentación, no en el de los alimentos, en el área de la alimentación que es distinto”, aseguró.

El investigador continuó explicando que la alimentación es un proceso “que se inicia desde cómo nos procuramos los alimentos, cómo los transformamos, cómo los cocinamos, cómo los consumimos, y, el efecto que ellos tienen no sólo en nuestro cuerpo y en el sistema digestivo en particular, sino que también en el cerebro, en nuestras emociones, en nuestras tradiciones, en nuestra cultura, en la manera con que socializamos con otras personas”, precisó.

Alimentación inteligente

Nicole Iturra es estudiante del último año de la carrera de Biotecnología de la Universidad de la Frontera. Para ella la relevancia y el objetivo del congreso es la innovación “porque tenemos que realizar  nuevos productos, desarrollar nuevas ideas, para poder así lograr un desarrollo en un futuro cercano y, por ejemplo, lograr con la alimentación combatir la obesidad. En este congreso expuse mi investigación sobre el desarrollo de un sustituto graso en base a aceite y cera de abejas”, puntualizó.

Roberto Quevedo, académico de la ULagos e integrante de la comisión científica del congreso, entregó su análisis y apreciación  del encuentro: “Hoy en día la gente se está preocupando más y de manera inteligente de los alimentos. ¿Qué significa eso? Que buscan productos que tengan propiedades funcionales. No solamente productos que tengan bajas colorías, que sean dietéticos, sino además, contengan elementos que puedan ser beneficiosos para la salud” y agrega que “todo lo que se procesa industrialmente, fuerza a que la industria tenga que proporcionar alimentos, cuidando que estos componentes no se degraden durante el procesamiento”, afirmó.

El científico agregó que “el concepto de la alimentación inteligente, es porque todo el mundo está buscando científicamente, alimentos más seguros, inocuos, pero a su vez, que contengan componentes que no se pierdan en el proceso de conservación en la vida útil. Son beneficiosos para evitar y ayudar a problemas cardíacos, a la proliferación del cáncer, como es la utilidad de los antioxidantes”, destacó.

El evento, que se realiza cada 2 años, constituyó un desafío para la carrera de Ingeniería en alimentos que cumple 50 años de vida y que además, celebra los 5 años de acreditación obtenidos ante el Consejo Nacional de Acreditación (CNA).