En una ceremonia que convocó a representantes del mundo académico, administrativo y estudiantil de la Universidad de Los Lagos, se socializó el diagnóstico que identificó las brechas, diferencias y discriminaciones, entre hombres y mujeres de la ULagos; actividad coordinada por la Dirección de Igualdad de Género de la casa de estudios.

A través de un diagnóstico cuantitativo, compuesto en una primera fase de registros académicos y administrativos del año 2018, que se cruzaron con los resultados de la encuesta masiva de percepción que se realizó entre los meses de agosto y octubre del año pasado, a través del correo institucional, la encuesta fue dirigida a los tres estamentos de la universidad: académico, administrativo y estudiantil.

Rosario García Huidobro, coordinadora de la Dirección de Igualdad de Género de la ULagos, explicó que el objetivo fue socializar los resultados del diagnóstico que se realizó en la universidad, para poder identificar las brechas, diferencias y discriminaciones entre hombres y mujeres “que no permiten una igualdad al interior de la universidad, por lo tanto quisimos compartir estos resultados, esta problemática, que nos permita en el segundo semestre, levantar las políticas y el plan para poder solventar estas diferencias, brechas y desigualdades que surgen del diagnóstico”, afirmó.

El instrumento de análisis fue una encuesta de percepción que se trabajó en 5 dimensiones: El acceso a oportunidades, recursos materiales y simbólicos; preguntas al hostigamiento y violencia al interior de la universidad; preguntas hacia la discriminación de género; consultas a los roles de género, es decir de qué manera se comportan hombres y mujeres al interior de la universidad; a la producción de conocimiento; y, finalmente, preguntas que tienen que ver con decisión y liderazgo, con el posicionamiento que tienen hombres y mujeres en los diferentes cargos al interior de la universidad.

La encuesta tuvo como referencia un documento de la Universidad Autónoma de México que la Mesa de Género de la ULagos, adaptó a la realidad de la universidad.

A su vez, la unidad de Análisis institucional, recogió los datos, los depuró y entregó los resultados. En cuanto a los errores de la muestra, en estudiantes es un porcentaje de un 6 % y en académicos un error de margen de un 5%.

Variación de resultados

Según Rosario García Huidobro, existe una variación de los resultados entre las 5 dimensiones abordadas, en que se acrecienta más la brecha de desigualdad y, “una de las más preocupantes,  tiene que ver con la producción de conocimiento, debido a la baja cantidad de mujeres que están en ámbitos de investigación, de publicación y postgrado y, también, en cargos de decisión”, aseguró.

“También los resultados arrojaron el grado de violencia al interior de la universidad, tanto para hombres y mujeres. No obstante, la realidad de las brechas existentes, también presentan un desafío para revertir esta decisión”, destacó.

Hostigamiento sexual

Macarena Gárnica, tuvo la misión de analizar en el diagnóstico la dimensión del hostigamiento sexual. Comentó que “si bien esto es una fotografía, el universo fue representado por muestras y proporciones de estudiantes, académicos y funcionarios, que refleja lo que se estaba viviendo en el año 2018 en la universidad”.

En cuanto a la naturalización y la no denuncia de los casos de hostigamiento, que evidenció el diagnóstico, la académica se refirió al peligro de no darse cuenta de “ciertas sutilezas. Por ejemplo, se preguntó sobre los anuncios y comerciales de carácter sexista, y, sin embargo, no todas las personas se impactaron con estos mensajes. No se dan cuenta. Esto quiere decir que esa violencia que está implícita, está naturalizada, normalizada” y agrega que “es una violencia que se va acumulando, para explotar en violencias físicas que llegan al extremo del femicidio en la sociedad. Este tipo de normalización e invisibilización en la universidad, es preocupante, sobre todo porque somos una universidad estatal comprometida con los derechos humanos.  Además, nosotros tenemos que promulgar tales derechos, socializarlos y formar a las personas”, sostuvo.

Mirada institucional

El Rector Óscar Garrido, indicó que “tengo la percepción que la universidad ha avanzado a pasos agigantados, ya que basta comparar que el año 2006 ya había creado un programa, en el 2016 antes del movimiento feminista, existía una mesa de género y, cuando tú haces un análisis comparado entre las 18 universidades estatales y las 27 del Cruch, la ULagos es la que exhibe más avances”.

Respecto a los desafíos, la autoridad universitaria comentó que primero es liderar “de una forma especial. Esta no es una rivalidad entre hombres y mujeres, este es una forma en que hay que hacer un cambio cultural, en que los hombres seamos conscientes que no estamos ofreciendo las mismas e iguales condiciones para que las mujeres se desarrollen y, por lo tanto, al transformarla en una política institucional, con un cuerpo directivo que empuje fuertemente, para que efectivamente se generen estos puntos de equilibrio. El resultado naturalmente va a ser un avance donde hombres y mujeres hagamos las contribuciones propias a partir de las diferencias con un sello distintivo que es lo hoy día la sociedad, el país y el mundo nos demanda”, destacó.

Anita Dörner, vicerrectora campus Puerto Montt, se refirió al diagnóstico como necesario “para, de alguna manera tener claridad, para ver cómo estamos y cómo vamos a proyectar el trabajo de estas brechas que se han identificado en el diagnóstico. El equipo que ha abordado esta temática desde hace mucho tiempo, ha tratado de levantar y dar relevancia a un tema que siempre ha estado un poco pasivo en todo nuestro quehacer académico y que con el movimiento feminista del 2018 ha evolucionado, lo que significa que tenemos que poner mayor énfasis, y obviamente, siempre buscar la equidad de género, que es lo que al menos a mí me interesa, sobre todo como vicerrectora de campus Puerto Montt y como mujer también. Creo que siempre los equilibrios son necesarios. Para allá debe apuntar también esa dimensión de género”, señaló.

 Asistentes

Solange Castro, estudiante del último año de la carrera de Historia y Geografía de la ULagos (en proceso de tesis), indicó que el diagnóstico es un reflejo de cómo funciona la sociedad, “sobre todo en las brechas salariales, en el acceso a los puestos de trabajo, de liderazgo. La universidad es un nicho de todo lo que ocurre desde afuera”, no obstante agrega que “hay una nueva visión e interés, hay más atención al tema y estos diagnósticos que se hacen, son valiosos, pero como son procesos largos, los cambios concretos todavía no existen. Debe haber un cambio en las políticas públicas y el sistema en general para que pueda haber un cambio en las instituciones como la misma universidad”, afirmó.

Para Patricia Beristain, presidenta de la Asociación de Profesionales de la ULagos, comentó que “lo que yo visibilizo es la pérdida de cargos importantes, como dice el informe, por ejemplo vicerrectorías. En cuanto al hostigamiento hacia la mujer, es terrible evidenciar que todavía hay muchas mujeres que tienen mucho temor de denunciar, a pesar que se han abierto muchos canales inclusive en forma anónima muchas veces, aún existe temor y esto es un problema que va a costar mucho tiempo erradicar”, aseguró.

La dirigente gremial agregó que “Latinoamérica y Chile tiene la visión machista, y muchas veces somos las mismas mujeres quienes fomentamos el machismo. Hay que trabajar mucho y hacer mucha prevención, mucha educación, para que todos estos temas que están normalizados uno tenga otra visión y pueda ver el otro lado de la historia”, enfatizó.

Antonia Santos Pérez, directora de la Dirección de Género de la Universidad Arturo Prat y coordinadora  de la comisión de Igualdad de Oportunidades del Consejo de Rectores, explicó que el diagnóstico cumple con uno de los compromisos que tienen los rectores de levantar información sobre relaciones de género en la universidad y “el estudio que se realizó aquí, me parece muy riguroso y comprometido con lo que es la institución, sobre todo porque tiene una parte propositiva”.

En cuanto a la exposición, la académica sostuvo que “me referí al conjunto de diagnósticos que se han realizado en las universidades chilenas,  marcar un poco la sintonía respecto a los resultados que tiene la Universidad de Los Lagos, que está muy bien y que dentro de las universidades regionales de Chile, es una de las primeras en resultados de avances en la implementación de políticas de igualdad. Aquí, hay un compromiso y una voluntad por parte del equipo de gobierno y en este caso del rector, de llevar a la práctica y tomar decisiones importantes respecto a esas políticas de igualdad”, puntualizó.