A solicitud de la Municipalidad de Osorno, la experta Norka Fuentes identificará dentro del radio urbano los lugares más contaminados del cauce y entregará propuesta de vigilancia.

Determinar si las aguas de los ríos Damas y Rahue son aptas para el contacto directo de las personas, si no representan un peligro para su salud, es el fondo que tiene la propuesta de la directora del laboratorio de Limnología de la Universidad de Los Lagos, Norka Fuentes, quien a solicitud del municipio de Osorno, se encuentra trabajando junto a su equipo en un diagnóstico de ambos cauces en su extensión urbana.

Según detalló la experta en limnología, se trata de un estudio que se basa en los parámetros que establece el Decreto 143 de la Seremi de Medioambiente donde se indican normas de calidad primaria para las aguas continentales superficiales aptas para actividad de recreación con contacto directo. Esta normativa detalla los parámetros a analizar como son: concentración de plaguicidas, metales pesados, nutrientes y microbiológicos que en alta concentración podrían causar daño en la salud de las personas.

“Con este diagnóstico de la calidad de las aguas voy a poder proponer un programa de vigilancia y dependiendo de la concentración de elementos que observe voy a poder indicar la rigurosidad o los periodos de muestreo que serán necesario realizar”, sostiene Norka Fuentes.

Una vez que comience el monitoreo de los ríos, el trabajo de diagnóstico se podría extender en alrededor de 7 meses. Periodo en el cual se contará con un total de 23 estaciones de monitoreos en distintas partes de los respectivos ríos. “Este fue un trabajo participativo, hicimos una cartografía en conjunto con organizaciones como la red Ambiental Ciudadana de Osorno y la Corporación Rahue, y nos basamos en las denuncias que habían hecho los vecinos en épocas anteriores, ellos me iban indicando los puntos donde tenían sus sospechas, hicimos dos talleres y establecimos 23 estaciones”, indicó.

En paralelo a este trabajo la profesional Norka Fuentes cotejará junto a la seremi de Salud, quienes también tienen registro de puntos con mayor contaminación, las ubicaciones definitivas para establecer las estaciones de monitoreo.

PIONERO

“Si bien la normativa considera algunos parámetros generales, no considera el uso de bioindicadores, sin embargo, cuando uno quiere establecer la calidad de las aguas hay que considerar que estos son ecosistemas hidrodinámicos, son cambiantes, por eso este estudio además de utilizar indicadores fisicoquímicos de calidad de las aguas, incorporará bioindicadores, lo que lo sitúa como un estudio pionero en Chile, hay diversos bioindicadores, nosotros utilizaremos a los macroinvertebrados bentónicos, organismos que viven en el lecho del río y que son sedentarios, por lo tanto ellos nos van a entregar datos con mayor precisión y dar cuenta de lo que ha pasado en años anteriores y que afectan al ciclo de vida de estos organismos. Como ecóloga este es un importante aporte científico para que la normativa pueda incluir a futuro a bioindicadores”, sostiene.

Entre octubre y noviembre es época apta para analizar los cauces ya que son periodos secos, de menos estrés hídrico, ideales para trabajar con bioindicadores y determinar presencia de contaminantes en el agua, al contrario, cuando hay mucha lluvia los contaminantes se van diluyendo más rápido. El informe que entregará el diagnóstico contará además con propuestas de restauración y establecerá un sistema de vigilancia para los próximos años.