Con el propósito final de que las y los profesionales en formación puedan reflexionar sobre sus distintas posibilidades de acción dentro del ecosistema del libro y la lectura, es que se invitó a conocer en detalle el trabajo que realizan instituciones como la Biblioteca Pública de Castro y la Biblioteca Rodante por Chiloé Rural.
Si bien el calendario consigna el 23 de abril como el Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor, esta jornada irradia todo el mes. Es que son días que invitan a ello, porque se suma el Día Internacional del libro Infantil y Juvenil y el natalicio de Gabriela Mistral. Ya en nuestras latitudes isleñas festejamos los 30 años de la Bibliolancha y los 50 años del taller literario Aumen.
Exponentes
Por la tarde del lunes 21 de abril, se festejó este hito internacional con la presencia de tres iniciativas: la Biblioteca Pública de Castro “Martina Barrientos Barbero”, el Taller Literario Sótano 9 y la Biblioteca Rodante por Chiloé Rural.
La actividad, organizada por la Biblioteca de la Sede Chiloé y la Subdirección de Arte, Cultura y Patrimonio, inició con las palabras de Maximiliano Heeren, Director de la Sede Chiloé, quien además en su ejercicio de profesor hizo énfasis en su discurso sobre la importancia de detenernos a reflexionar en cómo el ejercicio de la lectura y escritura es un camino para hacernos ciudadanos más conscientes del espacio que habitamos y desde ahí ver cómo podemos aportar.
Biblioteca Pública de Castro
Espacio fundado en 1963 y consolidada en 1965, fue oficialmente reconocida en 1982 como parte de la Red Nacional de Bibliotecas Públicas (actualmente es parte de Biblioredes). Dentro su importante accionar destaca su Colección Patrimonial Chiloé con más de 2.500 títulos sobre historia y cultura local, proveniente del antiguo Archivo Chiloé, siendo hoy un recurso clave para investigadores y especialistas del territorio.
Ignacio Ibáñez, historiador especializado en Gestión de Bibliotecas y promotor de la lectura y la literatura infantil en Chiloé, y quien dirige este proyecto, fue el encargado de dar cuenta de cómo hacen posible este trabajo cuyo lema es entregar acceso igualitario al conocimiento, conectando la tradición con la modernidad.
“Las temáticas locales que aborda la Colección Patrimonial de Chiloé permiten que la lectura deje de ser algo abstracto para volverse parte del cotidiano, de la memoria y del paisaje del lector. Desde la tradición oral, las investigaciones académicas o las creaciones literarias, el enfoque territorial despierta un sentido de pertenencia, identidad y afecto. Este arraigo fortalece el vínculo con los libros, fomenta la reflexión crítica y abre caminos para el diálogo entre generaciones”, comentó Ignacio Ibáñez.
Biblioteca Rodante por Chiloé Rural
En plena pandemia Covid y como una respuesta al confinamiento, allá por el 2020, nace el proyecto de Biblioteca Rodante por Chiloé Rural con la misión de entregar libros para iniciar un viaje interior. Si bien en una primera instancia nació de un impulso individual de Venecia Olguín, actriz y contadora de historias y escritora, sumó prontamente más manos dispuestas a colaborar en este andar, como las de Carla González, guardiana de las infancias, recolectora de cuentos y artes insulares.
En su intervención en la Sede Chiloé, señalaron que el proyecto trabaja en los sectores de la península de Rilán, específicamente los sectores de San José, Tey y Quilquico y que cuyo valor es una convocatoria por el amor al libro: “Acercar la lectura a los sectores rurales, sobre todo porque el acceso, considerando la geografía, los horarios del transporte, el clima, hace menos probables que las personas se acerquen a la biblioteca, entonces quisimos aportar en ello”, expresó Venecia Olguín.
Puntualizar que parte importante de este ejercicio es el trabajo de mediación que realizan, acción fundamental a la hora de vincular al lector con el libro.
Taller Literario Sótano 9
La literatura es sin duda una de las o la protagonista cuando hablamos de libros y autores. Es así como Sótano 9 se erige como un espacio creativo de lectura y escritura al alero de la Biblioteca Pública de Castro.
“La principal función de un taller literario en el contexto de una biblioteca, no es formar escritores profesionales, sino, lectores aventajados; buenos lectores en el sentido de llegar a concebir el hecho literario en su esencia artística, de modo que su nivel de comprensión se eleve un poco o bastante más de media. Ellos propagarán esa experiencia a otros contextos. Si llegan a escribir a buen nivel e incluso, publicar libros propios”, señaló el escritor y poeta, Nelson Torres, quien estuvo a cargo de dar cuenta del funcionamiento, las dinámicas de trabajo y la conexión que este taller tiene con la tradición Aumen, de quien él es miembro fundante.
Una gran jornada
Esta celebración contó con la presencia de estudiantes de las carreras de Pedagogía en Educación General Básica, Técnico Universitario en Educación Parvularia, y Terapia Ocupacional, teniendo como tarea reflexionar sobre cómo se posicionan, desde sus futuros quehaceres profesionales, entre los espacios de difusión del libro y la lectura. Al encuentro también participaron académicos, funcionarios, y contó con la visita de Natalia Altamirano, jefa del Departamento Provincial de Educación de Chiloé, quien durante la mañana hizo una donación de libros en torno a la educación, en el marco del Convenio de Colaboración.
Escrito por Vanessa Álvarez
Publicado por: Marcelo Águila Sandoval