- Paper fue escrito por la subdirectora del CEDER, Dra. Jael Goldsmith Weil y por el doctor (c) de Ciencias Sociales en Estudios Territoriales de la ULagos, Joaquín Rivera Zaldívar.
El artículo “Obesidad infantil, entornos de provisión de alimentos y segmentación socioeconómica: Explorando patrones espaciales en ciudades chilenas”, escrito por la subdirectora del CEDER, Dra. Jael Goldsmith Weil y por el doctor (c) de Ciencias Sociales en Estudios Territoriales de la ULagos, Joaquín Rivera Zaldívar, fue publicado recientemente por la Revista de Geografía Norte Grande (N°91) del Instituto de Geografía de la P. U. Católica de Chile.
El paper, que es parte de una investigación financiada por los Fondecyt Regular 1240344 y 11221028, analiza cómo los entornos urbanos y las desigualdades socioeconómicas afectan las tasas de obesidad infantil en las seis conurbaciones más grandes de Chile: Antofagasta, La Serena-Coquimbo, Valparaíso, Santiago, Concepción y Temuco.
Para ello, la investigación utiliza herramientas de Sistemas de Información Geográfica (SIG) para mapear y analizar la relación entre los niveles socioeconómicos, los entornos alimentarios y las tasas de obesidad infantil a nivel de barrios.
Hallazgos
Según los autores, se confirma -de acuerdo con la literatura preexistente- una correlación inversa entre los niveles socioeconómicos y las tasas de obesidad infantil: en las zonas de menores ingresos, la obesidad es más prevalente. Sin embargo, la relación entre los entornos de provisión de alimentos -como supermercados, ferias de frutas y verduras, y almacenes- y las tasas de obesidad “son poco claras”.
Asimismo, se observa que, aunque los sectores de la ciudad con características socioeconómicas homogéneas -o Zonas Socioeconómicas Agrupadas (GSZ)- con ingresos medios y bajos tienen mayor proximidad a ferias y mercados de alimentos frescos, el acceso físico no parece ser “un indicador del estado nutricional de los niños”.
Desigualdad
Una de las conclusiones del artículo es la alta segregación socioeconómica en las ciudades chilenas analizadas, lo que se refleja en el estado nutricional de la población infantil.
Además, los resultados indican que las redes de comercios minoristas en entornos urbanos tienen una amplia cobertura y densidad, pero esto no necesariamente se traduce en una mejora en los indicadores de obesidad en los niños.
Por último, los autores subrayan la importancia de considerar los contextos específicos en el diseño de investigaciones futuras. También llaman a profundizar en los estudios sobre los determinantes de la obesidad infantil.
Para más detalles, el artículo se puede descargar gratuitamente aquí.
Publicado por: Andrés Zanetti