Estudiantes y académicos de Pedagogía en Artes Visuales en un proceso de creación colectiva realizaron la obra instalación SIN-CUENTA, en el patio principal de las dependencias universitarias ubicadas en calle Guillermo Gallardo #269, del Campus Puerto Montt.

Correspondió a una creación colaborativa, generada por artistas docentes, estudiantes de la Universidad de Los Lagos y el Colectivo Albor(de), Puerto Montt.

SIN-CUENTA como propuesta artística, logró testimoniar y recordar las muertes de niños y niñas en Gaza, en su silencio y en el silencio de la conmoción de estos hechos. Esta brutalidad de lo humano indiferente, no solamente significó testimoniar los sucesos de Gaza, sino que también las guerras genocidas de Occidente y el mundo, donde los niños y niñas han sido el olvido del espectador.

La obra, realizó además una mediación en silencio, al momento en que el público asistente, interactuaba para ubicar en un soporte de madera, preparado para la obra, con unas pequeñas velas de niños, las cuales podían ser encendidas por todos y todas. La obra permaneció en su desarrollo, hasta que las velas se apagaron en su totalidad.  Conmoción, silencio y necesidad de estar presentes en el mundo, fueron algunos de los aspectos que posteriormente se conversaron al finalizar la obra instalación.

Al respecto, el doctor Jorge Ferrada, académico del programa de estudios, reflexionó:

“En un poco más de dos años, Occidente ha sido testigo de dos conflictos bélicos de alto impacto geopolítico y humanitario. Me refiero a Ucrania y Gaza. Toda guerra deja en silencio el cuerpo del viviente que la experimenta y que la transporta. Todo cuerpo queda en silencio, cuando la irracionalidad de la catástrofe, desencarna lo humano. En este sentido, la guerra de Gaza nos ha tocado por la inmensa pérdida del sentido humano y de la humillación en la dignidad de miles de hombres, mujeres, niños y niñas ante una catástrofe sin precedentes. Este verdadero genocidio se ha producido en menos de tres meses y seguirá su curso hasta lo insospechado. Como espectadores de las noticias que circulan en los medios –por cierto, alternativos- nos hemos conmovido por la extrema brutalidad de aquello que ya existe como lo indecible. Indecible en su sensibilidad, ya que en este preciso momento de escritura, han muerto más de 8000 niños y niñas en el territorio ocupado por las bombas y la miseria humana. Estos hechos –la conmoción ante la borradura de lo humano- ha activado en el mundo artístico, su réplica: la obra de arte. Esta será siempre sensible, siempre resignificante, siempre distinta para levantar nuevas voces y nuevas miradas en el mundo en que vivimos”.