El Manual de buenas prácticas para la difusión mediática de temas mapuche, fue presentado en la Sede ULagos Chiloé, en la oportunidad se llevó a cabo un conversatorio que permitió reflexionar sobre la construcción discursiva que realizan los medios de comunicación en Chile con relación a los pueblos originarios y el pueblo Mapuche en particular.
La actividad fue organizada por la Dirección de Pueblos Originarios de la ULagos en conjunto con la Fundación Friedrich Chile, contó con la participación de las autoras del manual Stephanie Pacheco Pailahual y Paula Huenchumil Jerez (ambas periodistas y docentes de la Universidad de La Frontera), Silvia Castillo, Directora de la Dirección de Pueblos Originarios ULagos, Ruth Caicheo, Concejala por la comuna de Ancud y Natalia Araya, periodista de la Dirección de Comunicación Estratégica de la universidad.
En la jornada se dialogó en torno a las temáticas que presenta el manual, que consta de cinco capítulos: Glosario; ¿Qué es la colonialidad?; La deuda histórica; El imaginario sobre las personas mapuche y la estigmatización desde la prensa y racismo en la prensa.
El contenido del manual coloca el foco sobre el tratamiento informativo que realizan los medios de comunicación sobre el mal llamado «conflicto mapuche» y la importancia de relevar antecedentes socio históricos para la discusión pública sobre la situación mapuche en Chile, cuestión que muchas veces queda ausente de la producción informativa de la prensa hegemónica.
RACISMO EN LA PRENSA ¿CONFLICTO SOLAMENTE MAPUCHE?
Haciendo un análisis sobre el discurso informativo de la prensa chilena, la autora Paula Huenchumil (periodista) se refirió a algunas expresiones de racismo que son recurrentes en la producción mediática.
Por ejemplo, cuando los periodistas de medios se refieren al “conflicto mapuche” implícitamente “omiten la participación de otros actores estatales y privados que también forman parte de este conflicto. Queda la sensación de que solamente los mapuche somos los responsables de este conflicto, cuando en realidad se trata de varios actores involucrados, por lo general a los agentes privados o estatales no se les asigna la etiqueta de conflictivos, terminando los mapuche siendo tristemente presentados ante la opinión pública como la contraparte conflictiva en esta disputa que posee raíces históricas y eso puede prestarse para confusión en una parte significativa de la población”, alertó Huenchumil.
Otra forma de racismo en los medios de comunicación, es la excesiva utilización del concepto de etnia, “el cual se encuentra en desuso, porque disminuye la escala de derechos colectivos que poseen los pueblos”, reveló Huenchumil agregando que “Folclorizar y/o valorar más a las personas de pueblos indígenas cuando éstas desarrollan acciones que son más aceptadas por la sociedad, como por ejemplo la figura del mapuche emprendedor versus el mapuche que reclama derechos, es una forma de invisibilizar demandas político-culturales, lo cual en algunos casos puede dar como resultado coberturas que tiende a criminalizar al pueblo mapuche cuando realiza acciones de protesta social”, expresó.
EL RACISMO HISTÓRICO DE LA PRENSA CONTRA LOS MAPUCHE
La prensa tiende a presentar algunos episodios (demandas, protestas) que se enmarcan dentro del conflicto que mantienen el Estado chileno con el pueblo mapuche, como hechos nuevos, que carecen de un origen histórico, asociando la protesta mapuche a un móvil violento que genera caos en algunas regiones del país.
La falta de contexto histórico vinculado al conflicto chileno mapuche provoca que “un porcentaje importante de la población tiende a creer que este conflicto nace de la quema de camiones, cuando en realidad se trata de un conflicto de larga data y que tiene que ver con un momento en el cual el Estado chileno se desliga de lo mapuche y busca apropiarse de su territorio durante el periodo fundacional de la república de Chile”, comentó la periodista Stefanie Pacheco.
A juicio de la investigadora, en ese periodo de mediados y a fines del siglo XIX la prensa jugó un rol preponderante pues “Diseminaron las ideas del progreso, entre 1850 ya se podía observar en las editoriales del Mercurio de Valparaíso sendos textos con un nivel de violencia discursiva muy alto, donde los mapuche eran presentados como bárbaros que había que civilizar”. Entonces “La prensa no es un actor adicional, sino que es un actor que hace la previa para consumar la invasión militar en la región de la Araucanía, en el cual se cometieron graves abusos contra la población mapuche”, reveló la autora.
Agregando que el concepto “conflicto mapuche” no fue creado por las instituciones políticas ni castrenses “no nace desde la fiscalía, ni de una unidad de la PDI, ni los servicios de inteligencia o políticos de un determinado sector, lo crea el diario austral de Temuco, así de protagonista es la prensa en esta conflictividad. Por eso se vuelve muy importante la educación sobre los medios de comunicación y una lectura crítica sobre el rol que ha jugado la prensa”, reflexionó.
IMPORTANCIA DE LOS MEDIOS PROPIOS
Otro de los principales obstáculos para poder comprender de manera profunda todos los elementos que se encuentran detrás de la conflictividad chileno-mapuche y otros aspectos relacionados con el mundo indígena, es la concentración económica de los medios de comunicación controlados por grupos económicos que al mismo tiempo poseen acciones en distintas áreas de la economía y la producción (Por ejemplo: Canal 13 propiedad del grupo Luksic, Chilevisión pertenece al grupo estadounidense Turner Broadcasting System, Mega del grupo Bethia y Familia Solari, TVN con financiamiento de auspiciadores que poseen intereses en importantes actividades económicas nacionales), lo cual erosiona la convivencia democrática al limitar el acceso y la expresión de otras voces a los medios de comunicación, como por ejemplo actores sociales del pueblo mapuche que confrontan con estos intereses.
Visualizando este escenario adverso, “Creo que es fundamental que los pueblos indígenas podamos tener nuestros propios medios de comunicación. Si bien es cierto somos las mujeres las que transmitimos el conocimiento a las nuevas generaciones y considerando los cambios que han venido ocurriendo en la sociedad donde las mujeres han asumido nuevos roles, se nos ha hecho difícil poder ser reconocidas como mujeres dirigentes en los medios”, complementó la concejala de la comuna de Ancud, Ruth Caicheo.
La dirigente dio a conocer que, pese a que “existen pocas comunidades que cuentan con radios comunitarias, en la comuna de Ancud y la Isla de Chiloé, en la comunidad de Coñimo, tenemos una radio comunitaria que se llama Wenu Newen, creo que es de los pocos medios que existen en Chiloé que pueda entregar información desde nuestra mirada como pueblos originarios, lo cual es fundamental para poder expresarnos de manera adecuada y sin sesgos ni censuras de ningún tipo”, señaló Caicheo.
DESAFÍOS
Por otro lado, y comprendiendo que la comunicación se desarrolló en múltiples contextos sociales y laborales, Natalia Araya, periodista de la Dirección de Comunicación Estratégica de la Universidad de Los Lagos reflexionó sobre lo que significa hacer comunicación desde una universidad pública como es la ULagos, que cuenta con una matrícula de estudiantes mapuche que actualmente alcanza el 41% y 46% en la Sede Chiloé.
“Somos una universidad estatal, nosotros comunicamos netamente el mensaje de la institución, nos ha tocado enfrentar diversos cambios culturales al interior de la comunidad universitaria, creo que la importancia de lo que nosotros hacemos tiene que ver con que podamos ir sembrando un cambio cultural, ir eliminando estereotipos, ir eliminando el lenguaje despectivo”, sostuvo la periodista.
Para llevar a cabo esta tarea desde la universidad “hemos venido entregando conocimientos sobre el tse sungun (variable lingüística de la zona mapuche de Osorno y San Juan de la Costa). La comunicación al ser un proceso constante en el tiempo, también debe ser pensada en términos de abrir espacios que poco a poco han venido siendo asimilados por nuestra universidad, una muestra de eso es la creación de la Dirección de Pueblos Originarios mediante la cual se busca hacer aportes sustantivos en esta materia”, sostuvo.
Finalmente, Silvia Castilla, Directora de la Dirección de Pueblos Originarios, valoró la articulación en torno a esta instancia de reflexión, “venimos asumiendo la interculturalidad desde un enfoque territorial dado por la composición del estudiantado, las demandas socio históricas del pueblo mapuche williche, buscando avanzar hacia una institución pública que promueve y garantiza los derechos y la diversidad cultural. Agradecemos a las personas que recibieron esta invitación y también a las expositoras y comentaristas que nos acompañaron con su dungun y sus reflexiones”, concluyó.
Publicado por: José Luis Vargas Álvarez