Dra. Marina Subirats en charla de Educación y Género:

“Debemos cambiar la orientación de la investigación, para ir introduciendo una mirada más cercana al cuidado de la vida” y con esto propiciar el cambio cultural.

La catalana Marina Subirats Martori destacada socióloga, gestora pública, política, doctora en Filosofía, académica de la Universidad Autónoma de Barcelona y ex directora del Instituto de la Mujer (Ministerio de Asuntos Sociales), fue la invitada a exponer en la segunda jornada del ciclo de charlas virtuales Educación y Género para el Cambio Cultural, que organizan la Dirección de Igualdad de Género, el Departamento de Educación y la Escuela de Pedagogía de la Universidad de Los Lagos, como un espacio de reflexión que nos permita repensar  la educación superior en tiempos de pandemia y su compromiso con la igualdad.

La relatora especialista en género y educación expuso el tema “Educar en igualdad en tiempos de pandemia”, donde destacó que en el actual contexto se han introducido dimensiones que no han sido muy valoradas, relacionadas al género, tales como el dar la vida, acompañar hasta el último día y dar cuidado. “Era el mundo de las mujeres, que se atribuía a las mujeres, pero hoy sabemos que es una construcción social, porque en sociedades distintas estas funciones se organizan de otra manera. Por lo tanto, tenemos que rescatar el valor del cuidado para compartirlo con los hombres”, enfatizó la especialista.

La doctora Subirats destacó que las mujeres han accedido al mundo del trabajo, a las decisiones políticas, entre otros, que son ámbitos asociados a lo masculino, donde se excluía a las mujeres. Sin embargo, la académica apuntó a la necesidad de acelerar el cambio cultural y darle más valor social y económico a lo asociado propiamente a las mujeres.  “En España quienes están ayudando más, son mujeres mal pagadas, por ejemplo, las que trabajan en la limpieza de hospitales, que están arriesgando su vida”, comentó.

La socióloga exhortó a repensar lo que se hace en la universidad, porque ésta legitima determinadas opiniones y concepciones de lo que es la vida y es lo que se transmite a las generaciones futuras. “El saber académico tiene su traducción en libros de texto, por lo tanto, el sistema de valores que cristaliza en la universidad, luego se derrama en toda la sociedad. Aunque haya gente que piensa de otra manera, lo legítimo es lo que sale de la universidad”, indicó.

La académica de la Universidad Autónoma de Barcelona planteó tres desafíos que deben ser abordados al interior de las universidades; lo relacionado a todas las formas de acoso y violencia al interior de las universidades; promover el acceso de las mujeres en el ámbito educativo y el necesario cambio de la cultura académica y la investigación. “Debemos cambiar la orientación de la investigación, para ir introduciendo una mirada más cercana al cuidado de la vida. Lo importante es tener equipos de investigación, transversalizar, crear unidades que trabajen estrictamente sobre el género y luego difundir ese conocimiento a todas las unidades y disciplinas. De lo contrario, queda encapsulado en un área y genera conflictos para las mujeres. Más bien, debe ser como un corazón que impulsa un sistema de riego hacia toda la institución”, enfatizó la experta

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