No ha sido fácil modificar -de forma obligatoria- las conductas que para las personas eran normales antes de la pandemia. En el caso de nuestra Universidad, la tecnología, que avanza todos los días, adelantó su paso y se acercó quizás demasiado pronto especialmente a nuestros(as) docentes y a nuestros(as) estudiantes.
La educación a distancia, una instancia que para la mayoría de las instituciones de educación superior era solo un proyecto, debió instalarse como la metodología de enseñanza prioritaria para enfrentar esta crisis sanitaria.
Para ello, nuestra Casa de Estudios implementó para todos sus Campus y Sedes la plataforma “ULagos Virtual”, transformándose en un referente y quedando a la vanguardia en este tipo de tecnologías.
En la Sede Santiago, a casi tres semanas de haber iniciado las clases online, las y los docentes explican cómo ha sido este paso urgente hacia la virtualización.
Virtualidad
La profesora Tania Andrade, de la carrera de Ingeniería en Administración Pública, tiene a su cargo el curso Estadísticas I. Ella cuenta que conocía los recursos que se usan en la plataforma pero nunca antes había hecho clases online.
“Tenía experiencia en subir archivos, links y guías, entonces por ese lado no me ha costado mucho y no ha sido difícil. Creo que la diferencia que se detecta es que los estudiantes comenzaron a ver y utilizar el aula virtual como una herramienta tecnológica más propia, porque antes, a pesar que en el aula estaba el syllabus, el calendario, las clases y las guías, los estudiantes no solían mirar el aula virtual”, señala.
Aclara que cuando supo de la virtualidad se cuestionó qué quería hacer en sus clases “porque una cosa es transformar una clase presencial a una virtual y otra cosa muy distinta es dar un curso de manera virtual; son dos objetivos muy distintos. Y siento que los estudiantes entienden que no es una cátedra virtual sino que es una cátedra presencial que ahora está funcionando virtualmente”.
Igualmente, subraya que para los estudiantes “es muy importante conectarse con el profesor, aunque sea virtualmente y que no se pierda esa conexión de la clase diaria porque los estudiantes la necesitan”.
Sobre las capacitaciones que han recibido las y los docentes acentúa que “mi experiencia ha sido buena; el propósito de la Universidad es que haya una reflexión respecto del programa y una forma de entender el proceso de aprendizaje, acompañadas de este desarrollo tecnológico, y que te hagan parte de ese repensamiento, de esa reflexión, me parece muy interesante”.
Por su parte, el profesor de Ingeniería en Administración de Empresas e Ingeniería en Administración Pública, Hugo Puig, indica que su mayor experiencia con el mundo virtual había sido como alumno. “Como profesor hace muchos años hice clases a las sedes regionales de Chile Deportes de manera sincrónica con interacción con los alumnos a través de una plataforma muy parecida a BBB o Zoom, pero en lo concreto no manejaba estas plataformas y tuve que aprender; al menos el lenguaje y el concepto lo manejo gracias a mis hijos que son muy tecnológicos”, revela.
Respecto a los cambios en su metodología de enseñanza, expresa que “hay que darle mucho más tiempo a la construcción de material pero también hay que cambiar la manera de comunicarse con los alumnos. Eso es fundamental porque no podemos hablar desde nosotros como en las clases presenciales, sino que acá hay que funcionar más bien como un canal de comunicación donde uno se pone en la posición del alumno y tiene que indicarle cómo manejar los contenidos, más que darle contenidos. Ese es una cambio importante que nos hemos ido dando cuenta de a poco”.
El profesor Puig está a cargo de seis cursos con los ramos Teoría de la Administración I, Toma de Decisiones y Taller de Negocios y Teoría Económica de la Empresa I, entre otros. En ese contexto confiesa que “la interacción con los alumnos ha sido maravillosa; tengo la suerte de tener correos muy positivos de respuesta de delegados que han surgido espontáneamente”.
Agrega que “estamos muy seguros que la Universidad ha hecho todos los esfuerzos y se ha notado que el aula virtual está mucho más sólida y con muchos más recursos que el año pasado; esta es una tremenda facilidad que tenemos para aprender a trabajar de manera distinta y colaborativa”.
Oportunidad
En tanto, el profesor Mario Palma, de Ingeniería en Administración Pública y responsable del ramo Derecho Administrativo I, considera que “lo que hemos vivido es un desafío, porque dentro de lo que es la experiencia docente, ni los profesores ni las autoridades ni los alumnos y alumnas estamos preparados para una cosa de estas características, de hacer el cien por ciento de las clases virtuales o utilizando la plataforma”.
A su vez, el abogado sostiene que la virtualidad también ha sido una oportunidad. “En realidad en muy contadas oportunidades me había tocado realizar clases de carácter virtual pero nunca que haya sido una práctica permanente y sincrónica, en el mismo momento. Entonces evidentemente ha sido un periodo de aprendizaje, un apresto de prepararnos y de formarnos en muy corto tiempo, además”.
El profesor Palma remarca que “quiero hacer un reconocimiento a la Universidad de Los Lagos porque han estado preocupados de capacitarnos, de formarnos, de enviarnos links, tutoriales; y hay una mesa de ayuda para hacer más abordable este proceso de ajuste”.
Del mismo modo, la profesora de Inglés I de Ingeniería en Administración de Empresas e Ingeniería en Administración Pública, Carolyn Ojeda, coincide en que el interactuar con los estudiantes a través de las plataformas online ha sido un desafío.
“Cuando esto se agravó y nos vimos todos en la obligación de aprender a usar todas las plataformas donde pudiéramos conectarnos fue un desafío pero también un acierto, porque me ha hecho crecer en el ámbito tecnológico. También extrañaba manejar este tipo de herramientas porque todavía tengo que mejorar y perfeccionar ciertos temas”, comenta.
Acota que lo importante en este proceso “es que los alumnos estén dispuestos a la clase o a cada vez que planteo un tema y hasta ahora eso ha ido muy bien; me he sentido muy conforme porque he tenido un muy buen feedback de ellos. En esta primera etapa estoy preocupada que lo elemental quede muy claro y la verdad es que en estas dos semanas tengo una muy buena percepción de los alumnos que tengo”.
Sobre las capacitaciones para las y los docentes, la profesora Ojeda declara que “han sido tremendamente útiles, creo que ha sido un acierto de la Universidad. También solucionar los problemas de conectividad de los alumnos, eso es espectacular; con toda esta contingencia la Universidad ha sacado lo mejor de sí y espero que los alumnos lo valoren”.
Disposición
Asimismo, el profesor de Ingeniería en Administración de Empresas, Ignacio Plá, que tiene a su cargo los ramos Ética y Responsabilidad Social y Sociología de las Organizaciones dice que su experiencia con las clases online ha sido buena. “Conozco la mayoría de los recursos de la nueva plataforma; uso los chats, los foros asincrónicos y a través de una capacitación de la Universidad también incorporé la videoconferencia (BBB) que para mí fue una novedad y resultó bastante bien”, asevera.
Expone que su principal preocupación son los estudiantes. “Me preocupo que entiendan este formato o cómo ven la plataforma, si es clara y amigable y la mayoría dice que sí, que la encuentran fácil y que no hay mayor problema. También me preocupa el manejo de los tiempos y si seré competente en esto porque uno está acostumbrado a la clase presencial”, cuestiona.
Junto con ello, advierte que hace todo lo posible por no saturar a los alumnos. “Por mi experiencia conozco ciertas tácticas para pensar cómo se pueden hacer algunas actividades entendiendo que ellos están en su casa, a veces con su familia y no siempre están en las mejores condiciones para poder responder un trabajo. En definitiva creo que la plataforma está en un muy buen nivel pero también creo que la tecnología no tiene que superar el proceso de aprendizaje”, afirma.
Finalmente, el Director de la Sede Santiago de la ULagos y profesor de Ingeniería en Administración Pública, Dr. Marcel Thezá, manifiesta que como responsable de la Sede capitalina de la Universidad, “me siento extremadamente gratificado y emocionado de lo que ha sucedido porque he visto por parte de nuestros docentes y de nuestros estudiantes una muy positiva disposición a entender la situación de emergencia y a adaptarse a lo que esa situación de emergencia implica desde el punto de vista docente”.
Precisa que “si bien no está en nuestros planes tener una línea de pregrado de naturaleza virtual, sí creo que esta emergencia está instalando en nuestra Universidad capacidades que, una vez que vuelva la normalidad, van a quedar como una riqueza que habrá que saber trabajar para otro tipo de iniciativas y una de ellas, la que tenemos en carpeta y en perspectiva estratégica en Santiago, es la educación a distancia”.
Desde el punto de vista docente, el Dr. Thezá, que tiene a su cargo el curso Ciencia Política I, recalca que la virtualidad en las clases ha sido muy desafiante. “Nos ha obligado a pensar de manera distinta la docencia. El acto de enseñar, en términos generales es el mismo pero la modalidad obliga a cambiar de perspectiva y el cambiar de perspectiva para las personas no siempre es fácil. Y en ese contexto, el tener que pensar de una manera distinta la docencia ha sido extremadamente desafiante”, asegura.
También, reconoce que “nos ha obligado a un acto de empatía pensando en que no es solo llenar una página con recursos docentes, en este caso una plataforma, sino que pensar cómo los estudiantes van a procesar en términos de tiempo, de emocionalidad y de su capacidad para efectos de adaptarse a una nueva forma de enseñanza. Y eso también ha sido desafiante e interesante”.
De la misma forma, puntualiza que la educación a distancia “nos ha obligado a entender que lo que estamos haciendo es escribiendo un libro. En general la educación virtual propiamente tal es bastante mecanizada, en el sentido de que hay un syllabus que construye toda la lógica formativa que tienen los programas que son inicialmente diseñados en formato virtual. Y no es nuestro caso; nuestros programas están diseñados en formato presencial, por tanto lo que estamos haciendo ahora es escribir permanentemente, día a día y clase a clase, un libro que se va adaptando a las necesidades de enseñanza y de nuestros estudiantes”.
Desde esa perspectiva, enfatiza que “esto también permite finalizar con el criterio que lo que estamos haciendo no es una educación virtual en un sentido estricto sino que es adaptar nuestra formación tradicional, que es presencial, a un formato de emergencia que es el formato de educación a distancia que estamos implementando”.
Por último, el Dr. Thezá destaca que las capacitaciones para las y los docentes “es algo que hay que valorarlo enormemente. Eso ha funcionado porque la Universidad lo ha diseñado y ofrecido, pero también ha funcionado porque los docentes han querido capacitarse, entonces ha mostrado la disposición positiva y proactiva de los docentes”.
Publicado por: Andrés Zanetti