Con el objetivo de tener un espacio de reflexión y diálogo con académicos y estudiantes, en los procesos de innovación educativa que surgen al interior de la Universidad de Los Lagos, y cómo estos se transfieren al aula, se realizó el III Seminario Observatorio de Innovación Educativa: “Desafíos y oportunidades para su transferencia en la práctica docente cotidiana”.
Fueron dos días en que participaron profesores de Osorno, Puerto Montt y Chiloé, tanto de la ULagos, como externos, y que contó con las exposiciones de reconocidos investigadores como la Dra. Roxana Acosta, una referente a nivel nacional en cuanto a transferencia de la investigación educativa en el aula y el Dr. Paulo Barraza, profesor asociado de la Universidad de Chile y especialista en neurociencia.
Además, en el encuentro que organizó el Observatorio de Innovación Educativa de la ULagos, se realizó un reconocimiento a los y las académicas que participaron en el concurso interno “Premio a la Innovación Docente”, por su trabajo en innovación y mejora en los cursos de pregrado de la ULagos y que se distribuyó en las siguientes categorías: “Equipo de Trabajo”, logro obtenido por las académicas del Departamento de Acuicultura y Recursos Agroalimentarios, Betty Ronceros y Pamela Tarabla; categoría “Individual”, para el profesor Gonzalo Mardones del departamento de Ciencias Sociales; y “Mención Honrosa”, para los docentes de salud, Alejandra Ricouz y Wilfredo Leyton.
Mitos y pseudociencia
Paulo Barraza, fue uno de los expositores. Dr. en psicología de la Pontificia Universidad Católica, es profesor asociado de la Universidad de Chile, investigador del Centro de Investigación Avanzada en Educación en que dirige el laboratorio de “Neurociencia, cognición y educación”, basa su trabajo principalmente en estudiar la “relación de mutua determinación entre la dinámica cerebral y la experiencia consciente”, principalmente en educación.
En el seminario, desarrolló dos conferencias: “Neurociencias y Educación: construyendo puentes, derribando mitos” y “Con la mente del aprendiz en mente: una aproximación del acto de enseñar desde las ciencias cognitivas”.
En la primera presentación, el Dr. Barraza realizó una actualización de lo que existe entorno a la relación ciencia-educación, en la que invitó a la audiencia “a hacer una reflexión crítica acerca de la gran abundancia en internet, de mitos, pseudociencia, y muy poco de lo que realmente puede tener un enlace real a la neurociencia”. En su exposición, planteó además la importancia de encontrar “traductores, otras disciplinas que conecten neurociencia con educación y, que en su aplicación práctica, tiene que ver con desarrollar mejor investigación educativa. Levantar esa área y no quedarse tanto esperando que otras disciplinas vengan a decirle a la educación lo que hay que hacer. Hay que romper con ese paradigma, los profesores perfectamente, a través de práctica cotidiana, pueden elaborar proyectos de investigación y tener sus propias prácticas y, en este caso, verificar si lo que están haciendo en su clase, tiene algún efecto o no. Eso es relevante para levantar esa información”, afirmó.
“La primera charla tenía el objetivo de motivar el pensamiento crítico, y empezar a motivarse por desarrollar nuevas investigaciones”, aseguró.
Ante el discurso internalizado en el colectivo que los estudiantes en la actualidad “son distintos”, el investigador comentó que esta es una “afirmación interesante. Es interesante por ejemplo probar que los estudiantes efectivamente ahora son distintos, más allá de que sea un eslogan, habría que probar si efectivamente son distintos y si son distintos, ver que es lo que se conservó”, indicó.
En tal análisis, Barraza explicó que “hay cosas que cambian y otras que se conservan. En este caso sería interesante ver qué es lo que se conserva a través de los años, y a lo mejor trabajar sobre eso, más que sobre las diferencias. Ahora, con respecto a la diversidad en el aula y los diferentes estilos de aprendizaje, son afirmaciones que no tienen una base en las neurociencias” y agrega que “no conozco estudios que hayan avalado este tipo de aprendizajes. Adaptar las clases a los estilos de aprendizaje, no tiene efecto en los estudiantes. Por lo tanto lo que yo sugiero, es poder enfocarnos en otras cosas que pueden ser mucho más relevantes que los estilos de aprendizaje, como por ejemplo, determinar y conocer el nivel de conocimiento previo que tienen los jóvenes, el nivel de complejidad del tema que yo quiero tratar con ellos. El contexto en el que yo estoy haciendo mi clase. No es lo mismo hacer la clase en un barrio acomodado que en un barrio donde están disparando balazos”, aseguró.
Inercia
El Dr. en psicología, manifestó que “hay una inercia por hacer la clase que me ha funcionado siempre, año tras año. La invitación es ir adaptándose al tipo de curso que se presenta. A veces tenemos cursos en que los estudiantes participan, otros no. En este fenómeno relacional, tanto los estudiantes y los profesores se van modificando en esta dinámica en el tiempo y si yo me mantengo rígido, puedo estar obstaculizando algunos procesos de aprendizaje que se pudieran solucionar si yo tuviera conciencia de la relación”, expresó.
Voluntad y predisposición
Entre los desafíos que implica tanto la innovación como la investigación educativa, está la transferencia a la práctica docente cotidiana. En este sentido, la participación de la Dra. Roxana Acosta significó una conferencia y un taller. La primera se denominó: “Transferencia de investigación educativa: experiencias en la docencia cotidiana” y el taller “Del discurso a la acción: Transferencia de la Investigación a la Práctica Docente Cotidiana”.
De formación Educadora de Párvulos, Roxana Acosta es Licenciada y magíster en Ciencias de la Educación y Doctora en Educación, actualmente es directora del Programa Magíster en Educación Inicial con menciones, de la Universidad de Antofagasta.
Sobre el objetivo de su participación, la Dra. Roxana Acosta comentó que en primer lugar, era reflexionar sobre los conceptos de educación, investigación, innovación, y la relación entre ellos. “La idea era discutir con los profesores acerca de esta relación y cómo traspasarla a nivel de aula e incentivar la investigación porque pareciera que es un proceso muy complejo”, afirmó.
La especialista en educación agregó que “la mirada debe partir de lo cotidiano, desde las prácticas docentes, de cosas muy simples, del cómo podemos investigar, el hacernos preguntas sobre el proceso de enseñanza aprendizaje en el aula y, para esto, hay que ir logrando procesos: trabajo en equipo, cuestionar el rol que tengo como profesor y empezar a hacer un diagnóstico de la realidad para plasmarlo en investigación y en propuestas de intervención de mejora, para poder compartir con los demás y empezar a dialogar con nuestras prácticas docentes”, aseguró.
Ante la consulta de qué es lo fundamental para que el profesor aplique estos cambios en el aula, la investigadora manifestó que “yo diría voluntad y predisposición, lo que se asocia a cómo me acerco yo al cambio y cómo estoy más cerca de poder plasmar esa investigación en algo muy simple”, sostuvo.
Cuando se habla de investigación en el aula, agrega Roxana Acosta, “investigación -acción, no es más que empezar a mirarse, cuestionarse, y ver que el cambio es necesario porque el aprendizaje y las formas de aprendizaje han cambiado. Desde lo simple a lo más complejo en términos de cómo hago mi clase. Tengo que prepararme, formarme, para transferir ese conocimiento una vez que ingreso al aula. Cuando yo sistematizo esos aprendizajes y luego los transfiero al aula, estoy más cercana a sacar un producto desde un artículo, a participar en un congreso. Lo básico está en esta disposición personal, pero desde la transferencia hay muchos elementos que se van conjugando”, aseguró.
En cuanto al seminario, la Dra. en Educación, manifestó que la esencia es divulgar “las experiencias exitosas que estamos haciendo. La apertura de cómo lo están haciendo otros, para que me genere ideas. Porque aquello que parece muy complejo se hace más simple cuando me hago preguntas. Tiene mucho que ver con el rol interno del profesor y la voluntad de trabajo en equipo. No solo por el proceso de acreditación, sino por un proceso de mejora y la calidad de la educación a la que nosotros estamos comprometidos”, indicó.
Sandra Sandoval Barrientos, Directora del Observatorio Innovación Educativa ULagos, explicó que el objetivo del encuentro “es tener un espacio de reflexión y diálogo con los académicos y estudiantes, precisamente en los procesos de innovación educativa que estamos formulando al interior de la institución y que se transfiere a las aulas”, destacó.
Expectativas
Paulo Carmona, es profesor del Liceo Carmela Carvajal de Prat y comentó que “yo tenía las expectativas de aprender en torno a cómo mejorar mis prácticas docentes, y conocer cómo funciona el cerebro de los estudiantes. Y me di cuenta que este seminario superó las expectativas porque estoy derribando mitos que yo pensaba que los tenía asentados, fijos en mi mente, y eran con los que trabajaba. Ahora me estoy dando cuenta y reflexionando que en la institución en la que trabajo, estamos tomando decisiones en base a mitos. Y entonces hay que volver a releerlas, hay que volver a cuestionarlas, hay que volver a fundar una base en cuanto a los conceptos educacionales de cómo funciona el cerebro”, enfatizó.
El profesor agregó que “encuentro excelente que esta iniciativa se tome desde la universidad y que se haga esta extensión de abrir el conocimiento hacia otros sectores de la ciudadanía del ámbito educativo, de otros establecimientos. Yo lo encuentro genial” , afirmó.
Publicado por: Marcelo Morales Mena