“Tengo un cuerpo sano, una mente sana, dos manos buenas y las ganas de ayudar, con eso es suficiente”, dijeron estudiantes de Psicología ULagos, a su jefa de carrera Dámaris Opazo, en el momento en que le pidieron una capacitación especial para ayudar a sus familiares y vecinos que han visto descompensados, en el actual contexto de crisis social.

Se trata  mayoritariamente de adultos mayores, afectados por distintas consecuencias negativas  que han traído las movilizaciones de octubre. Realidad que motivó a estudiantes de la carrera de Psicología ULagos – de primero a quinto año -, a generar instancias de contención psicológica al interior de la comunidad.

Una de estas instancias generadas por la carrera, fue la capacitación sobre intervención en tiempos de crisis, realizada este martes en las dependencias universitarias de Guillermo Gallardo #269, a cargo del especialista Pablo Ferrer,  sicólogo y profesor del Centro de Atención Psicológica, sede Puerto Montt de la Universidad Austral.  Participaron también estudiantes de Psicología de las universidades  Austral de Chile y San Sebastián.

Dámaris Opazo, jefa de la carrera de Psicología ULagos, explicó los alcances de esta iniciativa. ”La idea es revisar algunas estrategias para abordar situaciones extraordinarias que viven al interior de sus familias, relacionadas con violencia política, crisis de pánico, desregulación de emociones, angustia, insomnio y desánimo , entre otros”, indicó la psicóloga.

Esta iniciativa es la continuación del trabajo comunitario ya realizado en este período,  por las y los estudiantes de Psicología en la población Mirasol, con menores de edad y clubes de adultos mayores, a petición de las juntas de vecinos.

Los futuros profesionales de Psicología han desarrollado un dispositivo de trabajo psicológico en comunidad, basado en dos reuniones semanales con juntas de vecinos y clubes de adultos mayor, en la población Mirasol. Con los adultos mayores se generan espacios de autocuidado, dónde se evalúa cómo se están sintiendo con todo lo que está ocurriendo.  Luego, se  articula una red de cuidado entre ellos mismos y con sus familias.

A iniciativa de las juntas de vecinos de Mirasol, los y las estudiantes también fueron convocados para generar instancias reflexivas y de escucha activa, con más de un centenar de niñas y niños de entre 2 y 7 años, hasta adolescentes y pre adolescentes de entre 8 y 12 años, que viven situaciones de alta violencia en sus barrios. “Los y las profesores de la carrera han realizado una supervisión constante al trabajo de servicio que están haciendo, estamos orientándolos y ayudando como podemos. Tenemos estudiantes con una marcada vocación de servicio y eso habla muy bien de ellas y ellos como futuras y futuros profesionales y como personas”, enfatizó la jefa de carrera.