No estamos indiferentes a los hechos ocurridos en nuestro país los últimos días, la expresión del descontento social, por demandas que no han sido visualizadas por la clase política para dar una solución concreta en el aumento de pensiones, el alza de precios en servicios básicos o el incremento del sueldo mínimo. Demandas no resueltas y a las que hay que sumar el descontento producto del cuestionamiento de hechos nefastos como: la corrupción en carabineros, fuerzas armadas, el aporte irregular a campañas políticas o el sueldo y los privilegios del parlamento. La clase económica no ha quedado al margen: evasión fiscal de empresas como Penta o Soquimich, exorbitantes ganancias de las Isapres y AFPs, delitos financieros como el caso Cascada o el caso Chispas, cobros excesivos y abusos a los consumidores que violan las normas antimonopolio con la colusión de la farmacias y las empresas de alimentos.
Todos estos hechos han colapsado a las instituciones que deben ser garantes de un Estado de Derecho y hoy nos encontramos en un Estado de Excepción Constitucional con una represión cuestionable, frente a manifestaciones pacíficas que también han llevado a descontrol de la ciudadanía y generado hechos delictuales condenables.
La indignación de los chilenos es comprensible frente a los abusos de poder y excesivas ganancias de unos pocos a costa del bienestar de la mayoría, siendo el aspecto más detonador de la inconformidad de la sociedad “LA DESIGUALDAD” de un modelo económico en base al esfuerzo personal y el individualismo meritocrático tildado de exitoso, pero que ha producido profundas brechas sociales y agravado las inequidades y oportunidades de acceso, siendo la distribución de ingresos en Chile la más desigual de todos los países que conforman la OCDE.
Las Ues Estatales condenamos los hechos de violencia y hacemos un llamado a un diálogo por la equidad y cohesión social, en contra de un modelo social, cultural y económico que ha favorecido la desigualdad y ha dañado la cohesión social necesaria para una sana convivencia democrática. Es necesario un nuevo pacto social donde el gobierno, el empresariado y la sociedad civil juegan un rol primordial en configurar un nuevo Chile con más justicia social. Para ello, las Ues Estatales estamos disponibles para aportar en generar un diálogo permanente y propiciar la reflexión crítica que nos permitirá volver a la normalidad.
Publicado por: Claudia Millán Rute