Cumpliendo uno de los principales objetivos del plan de gobierno del Rector Óscar Garrido, se realizó una simbólica ceremonia en que 66 académicos y académicas de la Universidad de Los Lagos ingresaron a la planta.

El proceso que hizo posible este logro, fue liderado por la Vicerrectoría Académica y apoyado técnicamente por la Dirección de Gestión del Desarrollo Humano y por Contraloría Regional Los Lagos, en un trabajo consensuado con la Directiva de la Asociación de Académicos.

Es importante consignar que desde hace 6 años la Planta Académica no se abría a nuevos ingresos, específicamente desde el año 2013 y también dentro de la gestión del actual gobierno universitario.

La modificación de la Planta Académica, tuvo una definición de criterios y requisitos del proceso que terminaron con el encasillamiento de los 66 académicos, lo que significará un cambio en su condición contractual “que marca un hito en su carrera académica, ya que este esfuerzo institucional de aumentar la Planta Académica de un 36,73% a un 70% de su ocupación, tiene por objetivo contribuir a la permanencia y compromiso de los académicos con esta casa de estudios”, sostuvo Roberto Jaramillo Vicerrector Académico.

Requisitos

El proceso reconoció antigüedad laboral, pero también productividad en investigación, posesión de grados académicos, altas jerarquías académicas y resultados de la calificación académica, e incorporó por primera vez en un proceso de encasillamiento, algunas medidas afirmativas de género, como la conciliación de la carrera académica con la maternidad, con el objetivo de avanzar en mejorar sostenidamente la calidad del cuerpo académico y la gestión del desarrollo académico institucional.

Según el Vicerrector Académico, este proceso de encasillamiento no es una acción aislada, se suma al encasillamiento de 125 funcionarios no académicos realizado recientemente, y al ingreso a Planta de 50 contratas no académicas que se realizará «una vez terminado el proceso de calificación y su consecuente escalafón de mérito, que se encuentran en pleno proceso en el estamento no académico, los cuales instalan la carrera funcionaria no académica en la institución a partir de este año», puntualizó.

Apropiación e identidad

Para el Rector Óscar Garrido, el ingreso de los 66 académicos a la planta es un logro que  “me deja muy satisfecho, porque cuando uno plantea como propósito ampliar la planta de académicos y funcionarios, lo que busca es darle estabilidad al personal. Que se sienta con mayor nivel de apropiación e identidad con el proyecto universitario y que es parte de las metas del programa que yo me propuse cuando  asumí como rector” y agrega que “atendiendo y entendiendo que el recurso humano es el recurso estratégico para poder garantizar el desarrollo de la institución- contenido en el plan estratégico de la universidad- obviamente uno aspira a un mayor compromiso. A que cada una de las personas que se incorporaron a la planta, quieran a la universidad en su actuar cotidiano. Que cumplan los objetivos misionales y los principios valóricos que una universidad estatal como la nuestra encarna: conciencia ambiental, pluralismo, exigencia por la calidad y lo más importante, que todos los días, cuando venimos a trabajar a la universidad, estemos pensando, en las miles de familias que nos eligen para formar a sus hijos como técnicos o profesionales”, afirmó.

La máxima autoridad de la ULagos aseguró que “vamos a reiniciar un nuevo proceso de incorporación de más académicos a la planta, de tal manera de llevarla al 70 por ciento y, que vamos a ser el ejemplo de las 18 universidades del estado por el darle estabilidad a los funcionarios”, destacó.

 Responsabilidad

En cuanto a las implicancias que debe tener para un académico el ingresar a la planta, el Rector Óscar Garrido, se refirió a la responsabilidad y consecuencia que esta condición contractual significa, “ya que no podemos hacer diferencias, como principio básico en el sistema público, y sí tener una educación lexista y pluralista. Esto busca que no exista diferencia de ningún estatus y, por lo tanto, lo que se exige es que el personal directivo, más el personal académico, debemos tratar con mucho respeto y cuidado a nuestros colaboradores que son nuestros funcionarios administrativos, y por tanto, sentir que ante los propósitos de la universidad somos todos iguales, y, en la medida que todos vayamos en el mismo sentido, vamos creando un proyecto de alta calidad”, precisó.

Satisfacción

Carlos Martínez, presidente de la Asociación de Académicos, comentó que como dirigente “debo transmitir el sentimiento de satisfacción de quienes en esta oportunidad pasan a la planta y que es el resultado de un esfuerzo de nosotros como dirigentes, pero también de la asamblea y de su aporte en ideas. Todos aportaron a la concreción de un decreto que definió criterios que eran absolutamente inclusivos y de carácter académico que es lo que nos convoca. Por lo tanto, solo puedo resumir este logro en satisfacción, Y esto sigue con una cercanía a nuestra institución más estrecha y más significativa”, aseguró.

 Académicos

Yorka Ortiz, académica del Departamento de Educación, manifestó que “en lo personal es una tranquilidad, un reconocimiento a la trayectoria de 21 años en la universidad y, en lo profesional, siento que es un aliciente para seguir haciendo bien las cosas, para ponerse aún más la camiseta de la institución. Esto es un espaldarazo a nuestra labor como académicos”, indicó.

Silvana Trunce, académica del Departamento de Salud, comentó que el ingreso a la planta “es un gran paso como académica, un reconocimiento importante a los años de servicio. También de otra forma, es un reconocimiento al crecimiento y al esfuerzo que hemos realizado como académicos para avanzar en la institución”, enfatizó.

Académico del Departamento de Ciencias de la Actividad Física, Carlos Ulloa, expresó que el ingreso a la planta académica, “influye positivamente; pero básicamente el compromiso con la institución no cambia y el trabajo que uno está realizando. De alguna manera uno tiene más seguridad, aun cuando siempre la universidad ha dado seguridad. Yo llevo 16 años trabajando en la institución, y este logro, efectivamente es un incentivo, un reconocimiento, una retroalimentación positiva para uno como profesional y académico dentro de la institución, también como ex alumno. Es muy positivo el estar vinculado tantos años a la universidad”, señaló.