- El proceso interno de un sacerdote católico en los años previos a la Unidad Popular dará inicio este jueves 8 de agosto al ciclo que revisará tres décadas de Cine Chileno en el Cine Club ULagos.
“Ya no basta con rezar” (1972) es la obra cúlmine en la carrera como director de cine del médico pediatra Aldo Francia (Valparaíso 1923 – Viña del Mar 1996) se exhibirá este jueves 8 de agosto y será el primero de cuatro filmes que repasarán tres décadas de la filmografía nacional (1970, 2000 y 2010) con directores tan reconocidos como Raúl Ruiz, Andrés Wood y Marcela Said.
A propósito de una serie de informaciones noticiosas contingentes que erosionan los cimientos católicos en el presente 2019; surge, desde 1972, un grupo de imágenes que vienen a fortalecer la moral laica solidaria: Ya no basta con rezar.
Esta película le costó sangre, sudor y lágrimas -y algunos inmuebles, por qué no decirlo- a su director, Aldo Francia Boido (1923-66). Su filme es una tensión en movimiento, es un Chile en movimiento, despertando las conciencias de las masas para abordar el conflicto social, la depauperación económica-material, la famélica calidad de vida y la insalubridad no sólo higiénica, sino que espiritual que hacía mella en nuestra sociedad que heredaba una álgida década sesentera.
En mayo del 68 no sólo había surgido una revolución cultural, sino que un nuevo mundo por el que luchar, por el que valiera la pena ponerse en marcha, por lo que la oración contemplativa ya no bastaba. Ese mayo francés fue promisorio, pero un año antes lo había sido en Chile la toma de universidades públicas y -por vez primera- privadas.
Así mismo, el Nuevo Cine Chileno alumbraba (1967) el camino posible en la entonces expectante realidad socio-política nacional y americana.
Es en este escenario, lleno de idealismo y humanismo, en el que rueda su Ya no basta con rezar, Aldo Francia. Al fin y al cabo será su última película, pues decidirá no hacerlo más tras el golpe de Estado en Chile el 11 de septiembre de 1973.
El padre Jaime representará la conciencia humana ante la displicencia de una jerarquía eclesiástica que ha olvidado “dónde está la casa de Dios”. Una crítica desde dentro, de un médico-cristiano como lo era Francia, hace sonrojar a la élite social que parece no llegar a comprender del todo los cambios que se avecinan.
Grabada en 35 mm, a color y de 1 hora y 20 minutos de duración, Ya no basta con rezar, deja al director en el pináculo del cine social, muy cerquita del Neorrealismo italiano. La estructura del guión (Aldo Francia, José Román, Darío Marcotti –sacerdote- y Jorge Durán) luce sin inconvenientes. Los problemas en el audio pasan a ser secundarios -recordemos Largo Viaje, Patricio Kaulen, 1967-, lo que no menosprecia para nada el trabajo de Jorge Di Lauro, pues las imágenes (Silvio Caiozzi) y la introyección que hace el personaje del legendario, y nunca suficientemente bien ponderado, Marcelo Romo, respecto de la realidad humana de los habitantes de los cerros de Valparaíso, es sencillamente aplaudible.
Un Marcelo Romo que no sólo encarnó la lucha social en la ficción, sino que también en la vida real, habiendo sido parte del MIR y luego capturado, torturado y exiliado a Inglaterra y Venezuela.
Es por todo lo anterior y más, que el Cine Club de la Universidad de Los Lagos, en Osorno, prepara para el 8 de agosto –precisamente el día en que la Corte Suprema le retira la inmunidad diplomática a Augusto Pinochet el año 2000-, la proyección y conversación de Ya no basta con rezar, una película que se sintetiza en las propias palabras del padre Jaime: “nadie debe permanecer indiferente ante la injusticia”.
Carlos Martínez – Diego Gerter – Hernán Delgado = Cine Club Ulagos
Publicado por: Diego Gerter