ENTREVISTA RECTOR ÓSCAR GARRIDO ÁLVAREZ
Esta universidad pública y regional cuenta con el 41% de la matrícula total de estudiantes de la región, son cerca de 10 mil jóvenes en sus distintos campus y sedes.
La lucha que inspiró a toda una región y especialmente a la comunidad osornina por lograr en 1993 devolverle a la Universidad de Los Lagos el estatus de Universidad, perdido tras el periodo de dictadura militar, se mantiene con la misma fuerza para acompañar a la institución en cada uno de los pasos que ha dado, consolidando un desarrollo de cara a su entorno.
Si bien no es la misma universidad de antes, ha sabido avanzar de manera consistente para crecer armónicamente y ha logrado insertarse en el corazón de la región con un amplio abanico de carreras de pregrado, de postgrado, con proyectos de vinculación orientados a las necesidades del entorno, con una mirada firme hacia la internacionalización y con las estrategias adecuadas y pertinentes para apoyar a los jóvenes en su ingreso y permanencia en la universidad, por mencionar algunas.
¿Cómo evalúa que ha sido el último año para la Universidad?
El año 2018-2019 ha sido una etapa muy importante para la universidad en la que nos ha permitido estar trabajando de manera muy colectiva con el personal académico, administrativo y el sector estudiantil, a objeto de poder definir un nuevo plan de desarrollo de la Universidad a diferencia de años anteriores, al 2030, y donde colocamos todas nuestras capacidades corporativas al servicio de la región y para eso hemos definido varios ejes: investigación, creación y conocimiento, eje de vinculación y compromiso, eje de aprendizajes para transformar a la gente que se incorpora a la comunidad, el de sostenibilidad y un eje nuevo que tiene que ver con el liderazgo, cómo la universidad hoy día piensa de manera deliberada su territorio tomando como base la estrategia de desarrollo de la región, la estrategia de innovación y competitividad y además, las demandas del sector social y del sector industrial, y bajo esas perspectivas uno dice: miren, en esas áreas hay problemas, hay fenómenos y por tanto con las capacidades que tiene la universidad en materia de ciencia y tecnología, en materia de formación técnica y profesional nosotros empezamos a impactar, quizás ese sea el giro más importante que la universidad hace.
¿Cómo se va concretando este aporte o intervención que hace la Universidad?
Es decir, más que la agenda propia de cada académico, es la agenda de problemas que tiene el ciudadano común, así como nos vimos enfrentados al tema del agua, al problema de la marea roja, o como un conjunto de investigadores están haciendo mediciones para ver la calidad del aire en la comuna de Osorno, o como hoy agregamos valor a un conjunto de proyectos del sector agropecuarios o del sector acuícola permitiéndoles a los pequeños microempresarios agregar valor a su cadena de producción y además mejorar los ingresos.
También hemos estado abocados a poder establecer instrumentos que nos permitan medir cuál es la percepción ciudadana respecto a cómo se gobierna la región, cómo funcionan los servicios públicos y como hay demandas específicas que no están siendo cubiertas y que es necesario que la propia estructura del gobierno local o regional vaya generando política pública a distinta escala.
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“Hoy hemos creado la carrera de Antropología, de Derecho, Ingeniería en Obras Civiles e Ingeniería Eléctrica y estamos planificando la apertura de Agronomía en 2020 en Osorno, una deuda pendiente que tenía Osorno desde hace muchos años, pero siempre pensando en especificidades propias de la región y el territorio. Cuando hablamos de antropología pensábamos en contribuir al desarrollo del sector costero como bien público que está en disputa con el sector productivo pensando en la auto sustentabilidad y equilibrio medioambiental, o una carrera de derecho que además de generar capacidades y destrezas en los estudiantes en materia de litigación desde primer año, apunte básicamente a los temas de descentralización y la nueva ley que tiene que ver con la toma de decisiones territoriales. En el caso de las ingenierías en el mismo sentido y el caso de agronomía yo diría que es la más emblemática porque con todas las amenazas que tenemos en materia de cambio climático, no solo nos estamos quedando en esta mirada negativa, sino más bien en los desafíos y oportunidades que nos abre el cambio climático. Es interesante ver cómo va a desarrollarse la floricultura o la producción de viñedos, sumado a cómo mejoramos más calidad y agregamos valor a productos tradicionales.
¿Cómo la universidad asume la internacionalización?
Seguimos avanzando. Actualmente presido la OUI (Organización Universitaria Interamericana), donde tenemos más de 300 convenios internacionales los que están a disposición para fortalecer el intercambio estudiantil, el intercambio académico, fortalecimiento del postgrado y de proyectos de investigación en cooperación con otras instituciones de distintas índoles, así tiene que ser, no podemos estar ajenos al contexto mundial, al contrario, tenemos que estar muy vinculados.
¿Cuál es la inversión proyectada para los próximos años?
Entre 2018 y 2020 la Universidad va a fortalecer sus condiciones de infraestructura y equipamiento con una focalización cercana a los 16 mil millones de pesos y una profunda transformación cultural a nivel interno de la organización, incorporando nuevas tecnologías para modernizar sus sistemas de información y gestión con una inversión cercana a los 7 millones de dólares, es decir, unos 5 mil millones de pesos, apuntando a consolidarnos como el principal centro educativo de educación superior de la región.
En materia del personal, la universidad solo en 2018 invirtió mil 600 millones de pesos en beneficios de su propio cuerpo académico y administrativo y vamos a ser la única universidad del Estado de Chile que tenga un 70% de su personal académico y administrativo en calidad contractual de planta, que da cuenta de una política que garantiza estabilidad de su personal, y seguridad laboral y que nos coloca hoy día en una situación de excepción del conjunto de las 18 universidades estatales existentes en Chile.
¿Cómo ha avanzado la universidad en cuanto a las demandas de género?
La universidad partió el año 2006 generando un programa en este sentido, la ola feminista del 2018 nos encontró como universidad con una mesa de género que se había creado dos años antes y dentro del concierto de las universidades del Consejo de Rectores somos una de las universidades con mayor nivel de avance en materia de generar instrumentos que apunten a la prevención, control e inclusive, sanciones por temas de acoso sexista o sexual, hemos generado protocolos para reconocimiento del nombre social para aquellas personas transgénero y hemos generado un diagnóstico de brechas para identificar cuáles son las diferencias que tienen los varones y las mujeres en la propia universidad y vamos a trabajar durante el año 2019 y 2020 en una política institucional y ver de qué manera definimos estrategias para superar estas brechas.
¿Y el aporte que desde la Universidad se hace por la inclusión académica?
Somos una de las universidades más inclusivas del sistema del Consejo de Rectores, la que más estudiantes con gratuidad tiene, 7 de cada 10 estudiantes estudian gratis y además con un conjunto de programas de acceso equitativo y de permanencia en la universidad como son los programas Pace, Propedéutico, Talento Pedagógico y Preuniversitario en Osorno, Puerto Montt y Chiloé, con una presencia de casi el 20% de los estudiantes que ingresan por esta vía en primer año. Y nos da mucho gusto saber que son estudiantes que logran de algún modo tener los mismos resultados que un estudiante que ingresa a través de la PSU y que termina su carrera de manera exitosa.
Publicado por: Loreto Bustos Novoa