Autoridad marítima nacional destacó la calidad de los programas de Técnico Universitario en Electromecánica Marítima y de Técnico Universitario en Transporte Marítimo, que imparte el Instituto Tecnológico Regional (ITR) de la Universidad de Los Lagos.
La auditoría realizada esta semana por el Capitán de Navío Antonio Amigo Jiménez, jefe del Departamento de Educación y Titulación Marítima de la Armada de Chile, situó a las carreras de Técnico Universitario en Electromecánica Marítima y de Técnico Universitario en Transporte Marítimo de la ULagos como un referente en términos de calidad, entre los 500 organismos técnicos que imparten programas de educación marítima, en el país.
La autoridad marítima nacional enfatizó que el objetivo de esta auditoria anual, es verificar las normas de calidad e interactuar en terreno con quienes imparten tales programas de formación técnica. “Pudimos comprobar que la Universidad de Los Lagos es una de las instituciones más importantes a nivel nacional en el ámbito marítimo. El término que a nosotros nos ilumina, es la seguridad. Esto significa tener gente idónea, preparada, que las naves tengan los equipamientos necesarios, y para que todo eso funcione en conjunto, la formación, la educación, debe contar también con óptimos niveles de calidad. Todo eso se cumple aquí en la Universidad de Los Lagos, cuestión que debe saberlo la comunidad”, aseguró el Capitán de Navío Antonio Amigo.
El profesor Nardy González, jefe de la carrera de Técnico Universitario en Transporte Marítimo, comentó que la autoridad marítima vino a validar las condiciones pedagógicas, de infraestructura y académicas del programa de estudios que lidera. “La evaluación fue exitosa. Recibimos felicitaciones de la autoridad marítima por encontrarnos en este nivel. Esto nos coloca en el pódium a nivel nacional, dentro de las instituciones que imparten estas carreras del área marítima. Es un gran orgullo contar con este reconocimiento, que nos llega desde el ente fiscalizador a nivel nacional”, indicó González.
Publicado por: Paulina Ossa Magaña