Siguiendo con la quinta versión del Seminario de Poéticas Pedagógicas Contemporáneas: Relatos sobre Arte, se realizó el segundo conversatorio denominado “Capitalismo cognitivo y producción estética (el signo de los tiempos)”, que tuvo lugar en la sala Mafalda Mora de la Corporación Cultural de Puerto Montt.
El doctor Jorge Ferrada, académico del Departamento de Humanidades y Artes de la Universidad de Los Lagos y organizador del evento, reiteró que los conversatorios giran en torno a distintos cruces reflexivos entre el desarrollo de las artes, el pensamiento contemporáneo y el territorio local. Esta vez, los expositores fueron el académico Ramón Castillo, doctor en Historia del Arte por la Universidad de Barcelona, curador, investigador y docente en Artes Visuales; actual director de la Escuela de Arte de la Universidad Diego Portales y al académico Carlos Ossa, doctor en Filosofía de la Universidad de Chile, investigador, docente y coordinador del Magister en Comunicación Política de la Universidad de Chile.
Ambos especialistas, se refirieron a la relación entre el capitalismo cognitivo, entendido como las prácticas económicas sobre las producciones de conocimiento enmarcadas en el capitalismo globalizado de finales del siglo XX y principios del XXI y su relación con el arte y la producción artística. Junto al capitalismo relacional y al capitalismo de los afectos, el capitalismo cognitivo es considerado la base del capitalismo sobre bienes inmateriales.
En esta línea, el doctor Castillo se expuso su investigación en torno a notables artistas visuales chilenos y extranjeros, que en la década del 60’ permanecieron fuera de la escena artística mundial y el reconocimiento. “Se trata de obras y creadores que en un momento histórico, no tuvieron suficiente visibilidad, expresando la paradoja de formar parte de una escena artística, que para bien o para mal, permaneció al margen de la explotación, el mercado y la utilidad”, explicó el investigador.
Por su parte, el doctor Carlos Ossa, señaló que el arte abstracto chileno que goza de prestigio y valoración, fue arrojado a un espacio de negación de la historia y visualidad del país, porque es el capitalismo el que decide quiénes serán los privilegiados que serán dados a conocer. “La autonomía estética no puede existir, el concepto de arte ya no está en manos de los artistas. El producto del arte se produce en el contexto de un mercado que pide a los artistas que compitan, gestionen, concursen, ganen. El artista como funcionario de la globalización debe producir obras, no arte”, comentó.
