Sabemos que el fenómeno de la marea roja corresponde a floraciones de microalgas nocivas (FAN) en periodos específicos del año o bajo condiciones ambientales particulares, pero ¿qué sabemos de cómo se gatilla o se termina una FAN y de qué manera interactúan con otros componentes del ecosistema, por ejemplo, virus y bacterias? Poco o nada.
La marea roja se replica en distintas partes del mundo, actualmente hay una crisis en el Estado de Florida, Estado Unidos, con devastadores resultados. Pero quienes también la conocen y llevan años investigando sobre sus causas, métodos para prevenirla y reducir sus efectos son los científicos japoneses “Hemos tenido este programa de marea roja por mucho tiempo en Japón y hemos logrado luego de años de experiencia y conocimiento acumulado, provocar su disminución.” Comentó la Dra. Shoko Ueki, Profesora Asociada del Institute of Plant Science and Resources, de la Universidad de Okayama. En su experiencia, el impacto de la actividad humana (industrial y doméstica) en los ecosistemas marinos es lo que propicia estas toxicas floraciones masivas. “Las prevenimos introduciendo buenos sistemas de sanitización de aguas. Es probable que el calentamiento global sea parte de la causa porque una temperatura más alta del agua usualmente se asocia al desencadenamiento del florecimiento de algas más frecuentemente, pero el calentamiento global es un tema mucho mayor de lo que podemos abordar, pero la marea roja está ligada a actividad humana que es algo respecto de lo que si podemos hacer algo.”
En función de las buenas relaciones diplomáticas y científicas entre este país y Chile, se está desarrollando con financiamiento de la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA) el proyecto “Desarrollo de Métodos de Monitoreo y Sistema de Predicción de Floraciones Algales Nocivas para una Acuicultura y Pesca Costera Sustentables en Chile” que involucra un consorcio de universidades chilenas (Universidad de Antofagasta, Universidad de La Frontera y Universidad de Los Lagos) y el IFOP (Instituto de Fomento Pesquero) y tres entidades japonesas: la Universidad de Kyoto, el Instituto Nacional de Ciencias Pesqueras y la Universidad de Okayama. “Este proyecto cumple a cabalidad la necesidad de establecer redes nacionales e internacionales para abordar problemas complejos como la Marea Roja. Y la necesidad de involucrar a todos los grupos de interés, como el Minsal, Sernapesca y Subpesca y a entidades privadas como Intesal (Instituto Tecnológico del Salmón) e Intemit (Instituto Tecnológico de la Mitilicultura), además de la Agencia de Cooperación y universidades japonesas y chilenas” puntualizó el Dr. Gonzalo Gajardo, director del laboratorio de Genética, Acuicultura y Biodiversidad de la ULagos, contraparte institucional en este proyecto.
Este proyecto se ejecutará a lo largo de 5 años, para ello, la JICA financia la estadía de un postdoctorado por toda la duración del proyecto. Yohei Miyashita es el investigador post-doctoral instalado en el Laboratorio de Genética, Acuicultura y Biodiversidad, quien colectará y analizará muestras de agua de distintas localidades del sur de Chile para cumplir con los objetivos programados “La primera parte es obtener conocimiento científico sobre qué es lo que está pasando ahí. La segunda es generar la guía para contrarrestar el fenómeno. Ese es nuestro objetivo principal y nos gustaría seguir contribuyendo aun después de terminado el proyecto.”
Perspectiva Innovadora
“Hay mucha gente trabajando en marea roja, pero la solución está aún muy lejos. Es un problema complejo que contempla diversas variables. Este proyecto incorpora un nuevo punto de vista, un abordaje innovador. Queremos entender las dinámicas de la marea roja desde un punto de vista microbiológico, para tener una visión más completa de su ecosistema.” Explicó la doctora Ueki.
“Anteriormente se ha tratado de entender el contexto de este fenómeno de bloom en relación a la luz solar, la temperatura o los nutrientes disponibles en el agua, todos factores físico-químicos. La marea roja está compuesta de fitoplancton (microalgas), pero también de diferentes microrganismos como bacterias o virus. Esa interacción biótica no es lo mismo y no ha sido investigada. Nosotros abordaremos este punto de vista. Es otro factor que puede modelar el comportamiento de la marea roja y facilitar su prevención.”
Publicado por: Natalia Araya Raccoursier