Con un diagnóstico del estado actual de la universidad y el análisis de los procesos de transformación que ha experimentado la educación superior en los últimos años, se dio inicio al proceso de autoevaluación institucional de la Universidad de Los Lagos.
El propósito de esta primera etapa es realizar una evaluación de medio término de los avances acometidos desde la acreditación anterior del año 2016 y la identificación de desafíos emergentes en las áreas de docencia, gestión, vinculación con el medio e investigación.
En este contexto, el Director de Gestión y Aseguramiento de la Calidad, Alexis Meza señaló que “es muy importante iniciar este proceso de manera anticipada, pues ello permite determinar cuáles son las brechas existentes entre lo que establece el sistema nacional de aseguramiento de la calidad y la situación actual de la universidad. A partir de dicho diagnóstico se deben ajustar políticas y mecanismos que den cuenta de la calidad institucional”.
Metodología
En cuanto a la operatividad del trabajo y la metodología, Alexis Meza, explicó que se organizaron 4 Comisiones: (i) Comisión Docencia de Pregrado, con directivos ligados al ámbito académico; (ii) Comisión de Gestión Institucional, en que participan directivos vinculados a la Vicerrectoría de Administración y Finanzas y la Vicerrectoría de Planificación y Desarrollo; (iii) Comisión Vinculación con el Medio, VCM, con profesionales vinculados a dicha área; y por último, (iv) Comisión de Investigación y Postgrado, con académicos del área de investigación, postgrado e innovación. Además, en cada comisión estarán presentes estudiantes, Jefes de Carrera y Directores de Departamentos, “es decir, las comisiones no están compuestas solo por directivos, sino también, hay actores que forman parte del quehacer de la universidad”.
La convocatoria incluyó a las diferentes sedes y campus de la universidad, considerando todos los niveles formativos. “La idea es que el proceso incorpore desde un inicio a todos los actores de la universidad”, afirmó Meza.
Comité de Autoevaluación Institucional recibe primer reporte
El jueves 4 de octubre se realizó la primera rendición de cuentas de las comisiones ante el Comité de Autoevaluación Institucional, presidido por el Rector, e integrado por los Vicerrectores y 4 Representantes del Consejero Universitario.
El primer objetivo es concluir el informe de medio término en el mes de octubre. Para ello, las reuniones se están realizando semanalmente, en un ambiente muy colaborativo y participativo.
El Rector Óscar Garrido comentó que “una institución universitaria que espera avances cualitativos en términos de calidad de la educación, debe detenerse y reflexionar, no por una demanda de organismos externos, sino porque necesitamos impulsar medidas correctivas, que permitan consolidar nuestra política de aseguramiento de la calidad en todos los ámbitos de la universidad”, precisó.
La autoridad universitaria agregó que la nueva ley, va a implementar nuevos criterios y estándares de desempeño, y “obviamente eso genera un nivel de incertidumbre, y nosotros, decidimos anticipar este proceso de evaluación a objeto de poder ajustar y avanzar decididamente en mejoras que nos coloquen en una situación de mejor pie al proceso del 2020”, enfatizó.
Participación Triestamental
Ante la consulta al Rector Óscar Garrido sobre la participación transversal de los equipos de trabajo en el proceso de autoevaluación, explicó que en un proceso autoevaluativo, si se quiere instalar la cultura de la calidad en la institución, significa que los 3 estamentos de la universidad; académicos, administrativos y estudiantes, más los distintos niveles del cuerpo directivo, participen del proceso para poder visualizar las principales limitaciones y sus virtudes. “La idea es que cada equipo esté integrado por actores de distintos estamentos, académicos, administrativos y estudiantes, y además ellos van a entregar un informe crítico y analítico, en un periodo de 8 semanas, para luego elaborar un plan de contingencia y un conjunto de estrategias y medidas para poder llegar efectivamente a buen término”, puntualizó.
“Y ¿por qué triestamental’, bueno porque la calidad no es resorte ni del Rector, ni del cuerpo directivo sino que de la comunidad universitaria en su conjunto”, indicó.
Mirada integral
En el análisis del Vicerrector de Planificación y Desarrollo, Claudio Rivera, lo que se intenta cautelar con la evaluación de medio término y, particularmente con la metodología, es que la universidad pueda revisar críticamente aquellos aspectos que el proceso de autoevaluación diagnostique y sobre los cuales puede intervenir.
“Nosotros tenemos que presentar a la universidad a la acreditación el año 2020 y todavía vamos a estar a tiempo de poder acelerar el ritmo en algunas áreas, en las cuales hayamos tenido retraso o enfrentar algunas áreas emergentes críticas, sobre las cuales la universidad siente que tiene que tomar medidas de focalización. Ese es el mérito de este proceso de autoevaluación de medio término, poder, durante el 2019, tomar medidas correctivas, para poder enfrentar en mejores condiciones a la acreditación. Un segundo propósito, es alistar y afinar los equipos de trabajo que van a liderar los procesos auto evaluativos de cada uno de los componentes para la acreditación del año 2020”.
Según el Vicerrector de Investigación y Postgrado, Patrick Puigmal, el proceso de autoevaluación, es un desafío indispensable, aún más para el área de investigación que no se ha acreditado. “Lo que vamos a hacer es un trabajo en función de la proyección que tenemos, de lo que hay que hacer y de los resultados a los cuales pretendemos, porque no tenemos una base crítica a parte de la cual trabajar. Es una comisión que va a realizar un trabajo bien especial, sabiendo las condiciones, los criterios, para obtener la acreditación en investigación y, lo que estamos haciendo desde el año 2017, es adaptar, toda la política de investigación y de postgrado a esos nuevos criterios”, puntualizó.
Publicado por: Loreto Bustos Novoa