Académicos son despedidos en emotivo homenaje
Campus Osorno
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Emociones encontradas se vivieron en la despedida de un grupo de directivos, académicos y profesionales, que están diciendo adiós a la vida laboral en la Universidad de Los Lagos, y que fueron homenajeados por la casa de estudios.

En la ocasión, los académicos y profesionales que se acogieron a la Ley de Incentivo al retiro, Lir, N° 21.043 y su reglamento, fueron reconocidos con una cena y un galvano en su honor, por el Rector, Óscar Garrido, miembros del equipo directivo y la Directora de Gestión de Desarrollo Humano, Liliana Sáez y su equipo, en retribución a toda la dimensión humana y profesional entregada a la institución.

Quienes dijeron adiós a la institución, estuvieron acompañados en todo el proceso por la coordinación de Jubilación y Lir, de la Dirección de Gestión de Desarrollo Humano, siendo orientados en la Ley (de incentivo al retiro), que busca otorgar una bonificación adicional por retiro de personal académico, directivo y profesional de las universidades del Estado.

En tal sentido, y en medio de la emoción que significa dejar una institución a la que se le dedicó muchos años de vida, el Rector, reflejó en sus palabras la importancia y el simbolismo del momento.

“Yo creo que cualquier instancia de despedida es triste, ya que la institución pierde un actor que fue relevante y, probablemente, el actor tiene la sensación que pierde a la institución. Para mí, como Rector, es una sensación encontrada; primero, de felicidad, porque ellos pasan a una nueva etapa que deben internalizar en alguna perspectiva de proyecto futuro, pero también la sensación de que dejaron un legado tremendo y profundo para la universidad. Dejaron huella, y yo, como autoridad, lo valoro profundamente porque además de ser colega, uno ha construido lazos de amistad. Entonces es una relación un poco compleja el despedirlos. Pero sí, estamos muy felices y contentos en este espacio de camaradería en que se expresó afecto y, sobre todo, un aprecio e importancia del legado que tiene la Universidad de Los Lagos para todos”, enfatizó.

María Elita López Morales, comentó que “pasar por la universidad fue una tremenda escuela. Una escuela de vida. Una escuela como profesional. Aquí yo me auto formé y también pude entregar mucho a mi universidad. Me sentí cómoda y muy querida por mis estudiantes y colegas. Diversifiqué mucho también. Además, la universidad me dio la oportunidad de ejercer la academia, la gestión, el servicio, conocimiento y la investigación. Fue muy agradable, diverso y muy enriquecedor”, afirmó.

Ante la pregunta de cómo enfrentaría la nueva etapa, la profesional agregó que “una cosa es pensarlo y otra cosas es sentirlo. Yo me fui preparando para esta etapa del adiós , pero uno se tiene que reinventar. Dejar los espacios para el momento que viene. Y para mí, va a ser una etapa en el principio un poquito calma, porque yo siempre he hecho muchas cosas, pero de todas maneras no va a ser una etapa en que me quede de brazos cruzados, siempre voy a hacer algo”, sostuvo.

Luis Carreño, profesor de Historia y Geografía, expresó que “para mí la universidad ha sido todo. Son 45 años que llevo en ella. Nunca pensé en venirme para acá. Yo soy de Santiago. Egresé de la Universidad Técnica del Estado, trabajé 5 años y, un día, vi en el diario un concurso y me presenté. Gané el concurso y llegué a Osorno, a la universidad, con el compromiso de volver a trabajar a Santiago, porque era profesor ayudante. Sin embargo me quedé 45 años”, recordó con nostalgia.

El profesor agregó que “para mí lo más importante de la universidad es que la he visto crecer. Partió con dos pabellones y hoy es un campus que sigue creciendo. A mí, la universidad me dio muchas oportunidades. La primera, fue poder abrir la carrera de Pedagogía en Historia y Geografía que había sido cerrada después del Golpe Militar. Tuve la posibilidad de obtener el postgrado, ya que me dieron permiso para estar 2 años en Santiago. Participé en proyectos y realicé muy buenos contactos, por ejemplo con colegas argentinos”, indicó.

“El momento que vivo es una contradicción. Por un lado es bueno irse a descansar y dar paso a nuevas generaciones, ya que afortunadamente hay un muy buen recambio, porque en la mayoría, los profesores de historia, han sido nuestros alumnos. Más del 70 por ciento de los profesores que tenemos fueron formados es esta casa de estudios, lo que demuestra que se hizo bien el trabajo”, precisó.

El profesor Luis Carreño, se manifestó feliz, “porque creo que  cumplí bien en la universidad. Tres cursos me reconocieron y eso me sorprendió gratamente. Me da mucha pena irme de la universidad, lo reconozco. Pero uno no se va totalmente. Voy a seguir teniendo contacto porque la universidad sigue siendo parte de uno”.

Valeria Pérez, Contador Auditor, expresó que “fue un tiempo bueno. Nunca pensé que iba a trabajar en la universidad. Aun cuando sabía que iba a ser difícil entrar a trabajar en una empresa privada, por mis convicciones. En la ULagos, me perfeccioné y me invitaron a hacer clases. Y en este ámbito, creo que logré que los estudiantes aprendieran y salieran con la idea que ellos son ministros de fe  pública. Las empresas deben pagar el impuesto justo, ni un peso más ni menos. Creo que eso es un legado que quedó en mis alumnos y que me hace sentir muy bien”, expresó.

Liliana Sáez, Directora de Gestión de Recursos Humanos, explicó que los académicos, directivos y profesionales que se jubilan con la Ley de incentivo al retiro, significa “para nosotros como institución, hacer un reconocimiento a personas que tienen 40 45 años de servicio. Además que las personas que se jubilan, son las personas que construyeron la universidad, que contribuyeron a ser Universidad de Los Lagos. Para muchos de nosotros, han sido nuestros profesores y, es emotivo y bonito, el poder acompañarlos desde la Dirección de Recursos Humanos y la coordinación de la  Lir, en este proceso en que no están solos”, puntualizo.

La profesional agregó que “esto ha marcado un antes y un después, tal vez, de como se ha hecho hasta ahora el proceso de jubilación. Antiguamente las personas se jubilaban y se desvinculaban de la universidad. Hoy se jubilan y siguen siendo parte de Bienestar de Personal, con todos los beneficios institucionales. Se vinculan a través del Club del Adulto Mayor. Desde esa plataforma, pueden postular a proyectos. Además, se reúnen en la universidad y eso hace que las personas siguen sintiendo el vínculo y puedan seguir aportando. Yo creo que eso ha sido la gran diferencia de este proceso de jubilación con los procesos anteriores”, concluyó.

Publicado por: Marcelo Morales Mena