Son las cosas cotidianas, las que ponen en desventaja a las mujeres. Si bien hay una concepción cultural que tiende a poner las capacidades femeninas por debajo de las masculinas, son las cuestiones diarias las que – en la práctica – ponen al sexo femenino en una situación de desmedro.
En las universidades, las mujeres sufren un hostigamiento normalizado mediante comentarios sexistas respecto de sus cuerpos, ropa o capacidad intelectual, entre otros. La Universidad de Los Lagos no es la excepción. Primero en Osorno, luego en Puerto Montt las estudiantes dicen no más y piden equidad en el trato, así como una guardería para tener a sus hijos e hijas. “Éste es un recurso para que padres y madres puedan desarrollar mejor sus actividades académicas. Pero en el caso de las madres hoy no existen sitios para el amamantamiento. Esto acarrea problemas con académicos que no entienden la situación, hay poca comprensión por el retraso a clases o la ausencia a las evaluaciones, que muchas veces ocurre porque no hay dónde dejar a los hijos”, explicó Ivette Trujillo, estudiante de Ciencias Políticas y Administrativas y representante de las estudiantes en “toma”.
En sucesivas asambleas y jornadas de reflexión las estudiantes del Campus Puerto Montt consideran que otro aspecto importante es la revisión del protocolo que propone la Universidad, a fin de que se especifiquen mejor las líneas de acción en casos de hostigamiento y acoso sexual, así como una definición acotada de los tiempos de respuesta.
En esta línea, las académicas del Campus Puerto Montt han manifestado su completo apoyo a la causa feminista de movilización nacional, porque comparten el diagnóstico respecto de la menor valoración social que se otorga a las mujeres, independientemente de la edad, nivel educacional o nivel de ingresos. “Apoyamos a las estudiantes de la Universidad que han tomado la decisión de movilizarse, como un llamado de atención, a fin de visibilizar las brechas de género existentes y trabajar para disminuirlas y, en algunos casos, ponerle fin”, dicen las académicas.
Publicado por: Paulina Ossa Magaña