Nuestra Casa de Estudios participó en el “Ejercicio de la Memoria 2017” iniciativa organizada desde 2013 por el Museo de la Solidaridad Salvador Allende (MSSA).
A 44 años del Golpe de Estado, la sede Santiago de nuestra Casa de Estudios, participó en el homenaje que vecinos e instituciones del Barrio República rindieron este 11 de septiembre a quienes fueron detenidos, torturados y asesinados por militares, particularmente estudiantes y funcionarios de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la U. de Chile, que en ese entonces se ubicaba en República 517, actual sede Santiago de la ULagos.
La actividad, llamada el “Ejercicio de la Memoria 2017”, se inició en el frontis del Museo de la Solidaridad Salvador Allende (MSSA), institución organizadora del evento desde 2013. Allí se desplegó una extensa bandera negra de 43 metros llamada “Buscar donde no se ve” del artista Enrique Ramírez. La bandera representa los 4.300 kilómetros de la costa chilena, y hace referencia a los cuerpos que fueron lanzados al mar durante la dictadura.
Luego, los asistentes se dirigieron a la Plaza Pública de la Corporación Arteduca donde se compartieron relatos de la historia de la casona de Av. España 502, que entre 1973 y 1989 fue ocupada como recinto de tortura por la Dirección de Inteligencia del Ejército (DINE).
Tras ello, los homenajes continuaron en nuestra Institución. El director de la Sede Santiago, Juan Luis Carter Beltrán señaló respecto a la ocupación del edificio por parte de los militares después del golpe de Estado, que “aunque avasallaron con todo, no ganaron porque estamos aquí de nuevo, la universidad está instalada aquí, la universidad sigue viviendo y ahora están los vecinos y están ustedes”.
Del mismo modo, Juan Luis Carter recalcó que “nuestro mensaje y nuestro compromiso como universidad es defender este espacio. Hay una fundación también que se instala aquí, nosotros somos los guardadores de ese patrimonio, y lo seguiremos siendo hasta que corresponda”.
A su vez, subrayó que “para que nunca más ocurra lo que un día sucedió, tenemos que trabajar juntos por un futuro mejor”.
Por su parte, el subdirector del Centro de Estudios del Desarrollo Regional y Políticas Públicas (CEDER) Dr. Marcel Thezá Manríquez, destacó la importancia de la memoria.
“La memoria es la expresión de la existencia en el tiempo, una persona que pierde la memoria con ayuda de nosotros puede intentar reconstruir un relato, pero nunca va a poder volver a vivir su historia”, precisó.
Asimismo, puntualizó con este tipo de actividades se lucha contra la ausencia, y contra el olvido. “La ausencia de lo que nos permite tener identidad, y el mundo de las universidades, sobre todo públicas, tiene que ayudar a reconstruir esa identidad”, aseguró.
Acotó que “la memoria tiene una dimensión que es liberadora y tiene la capacidad de construir nuevas realidades, y como mundo universitario también nos corresponde construir una nueva realidad a partir de lo que hemos sido”.
Tres años de totura
Finalmente, ofreció su testimonio el vecino del Barrio República Lito Carrasco, quien fuera detenido a las 2 de la madrugada del 23 de febrero de 1974 frente a su esposa y sus cinco hijos. En el hecho, sus tres perros fueron acribillados.
Desde ahí, Lito Carrasco recuerda que estuvo tres días retenido en calle Londres 38, donde mujeres y hombres eran desnudados y electrocutados “en sus partes más íntimas”, según describió.
Después fue trasladado a la Villa Grimaldi en Peñalolén donde estuvo tres meses. “Fue indecible, lo perdimos todo, incluso el nombre, era el 907. Vi cómo al 808 lo despedazaban porque tenía un dolor de estómago. Solo supe que era de Talca”, sostuvo.
Luego fue llevado a Cuatro y Tres Álamos, en San Joaquín, para “reponerse de las torturas”, indicó. “Ahí nos llevaron un par de veces al Cajón del Maipo para hacer simulacros de fusilamiento”, relató.
Después de seis meses pudo recién ser visitado por su familia. Poco tiempo después fue trasladado a Puchuncaví, en la región de Valparaíso. “Pero por negarnos a que monseñor Ruiz Tagle hiciera una misa, volvimos a estar incomunicados y ser víctimas de los peores maltratos cuando nos llevaron al cuartel Silva Palma de Valparaíso por dos semanas”, señaló.
Ya a tres años de ser detenido, Lito Carrasco fue exiliado a Suecia con su familia. “No pude despedirme de mi madre que falleció el 18 de septiembre de 1981. Viajamos a Santiago pero no nos dejaron entrar y tuvimos que volver a Estocolmo”, concluyó.
La Niebla
Las actividades continuaron en la tarde con la proyección de la película “La Niebla” de Mauricio Valenzuela en los muros de la casona ubicada en República 550, que durante la dictadura funcionó como centro operativo de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), luego llamada Central Nacional de Informaciones (CNI). Tras ello, se realizó una velatón frente a la casona como homenaje a quienes fueron torturados en este lugar.
Junto con la ULagos, el Museo de la Solidaridad Salvador Allende y la Corporación Arteduca, también participaron en la organización de esta actividad la Fundación Superación de la Pobreza, el Instituto Alpes y la junta de vecinos del Barrio República.
Publicado por: Andrés Zanetti